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¿Qué fue de la ilustración española?

Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Diderot, D´Alembert… son muchos los pensadores que se nos pueden venir a la cabeza cuando pensamos en la «Ilustración». En cualquier libro de historia que pueda encontrarse, el peso de los pensadores franceses en esta corriente filosófica –y en parte política- que se dio en el siglo XVIII, pero ¿fue este un movimiento exclusivo del país «galo»? En este artículo hablaremos sobre la importancia de esta corriente en España, y cuáles fueron sus principales representantes.

Nos situamos en la España de siglo XVIII. Tras la victoria Borbónica en la Guerra de Sucesión Española (1700-1715), una nueva dinastía llegará al trono hispano, acabando con casi doscientos años de reinado de la casa de Austria en los reinos ibéricos –incluyendo en ellos a Portugal de 1580 a 1640-. Nuevos reyes trajeron, por qué negarlo, una nueva filosofía política. El primer monarca de la nueva dinastía, Felipe V (1683-1746) trajo consigo nuevas ideas sobre cómo organizar el Estado, entre ellas quizás las más conocidas se plasmaron en los llamados Decretos de Nueva Planta, que entre 1707 y 1715 supusieron un importante cambio en la configuración política del país, pero no fueron las únicas.

Retrato de Felipe V. Fuente

El nuevo rey llegaba también con una nueva idea de lo que debería ser el Estado, de cómo debía organizarse y de la manera en la que debía distribuirse lo que ahora llamaríamos «poder ejecutivo», a través de las llamadas Secretarías de Estado y Despacho, una especie de «ministerios». Pero todo ello tenía un trasfondo filosófico, podría incluso decirse que ideológico. Hay que recordar que España era en estos momentos un reino afectado por la guerra, que tenía ante si el gran reto de equipararse a otros estados europeos. Además, debía recuperar parte del prestigio político derivado de las pérdidas territoriales que sufrió tras el conflicto –entre ellas, la más conocida, la de Gibraltar a manos de Inglaterra-. Para ello se daría inicio a un importante programa de iniciativas que ha venido en denominarse El reformsmo borbónico.

Es aquí donde entran en escena los pensadores a los que nos referiremos en este artículo. Las reformas que los Borbones llevaron a cabo en España necesitaron de un sostén, de un sustento ideológico y filosófico para poder llevarse a cabo. Muchos de los personajes más importantes de la Ilustración española tuvieron influencia en el mundo de la política, aunque no fue este el único ámbito en el que actuaron. El mundo de la política y la gestión, por supuesto, peor también de la economía y hasta de la religión y las creencias fueron algunos de los ámbitos en los que estos pensadores tuvieron una mayor influencia.

En este artículo hablaremos de algunos de los grandes pensadores de la España dieciochesca, sus ideas y su visión del país y la época en la que vivieron. Aunque son muchos los personajes que pueden destacarse, hay que seleccionar solo algunos por motivos de espacio. Precisamente lo bueno de la ilustración española fue que, como ocurrió en otros países también, las grandes figuras de la época no fueron solo pensadores y filósofos, sino que también podemos encontrar científicos y literatos. Ello ha hecho que necesariamente tengamos que dejar fuera de nuestra «lista» a algunas destacadas personalidades. No obstante, como se suele decir «no están todos los que son, pero son todos los que están».

Destacamos en primer lugar a Pablo de Olavide (1725-1803), pensador peruano al que debemos numerosas iniciativas de todo tipo. Nacido y formado en Lima, llegó a España para desempeñar un papel de primer orden en la vida cultural del país. Entre sus iniciativas más populares pueden encontrarse su proyecto para colonizar ciertas zonas del país. Esta idea se materializó en las llamadas Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, que tuvieron como objetivo repoblar esta zona. Otro de los grandes legados del que fuera asistente de Sevilla fue la creación del primer plano de esta ciudad, elaborado en 1771. La popularidad del documento es tal que incluso hoy día hay quien lo tiene enmarcado en casa.

Retrato de Pablo de Olavide. Fuente
Primer plano de Sevilla (1771). Fuente

Pero no todo fueron buenas noticias para Olavide. El ilustrado tuvo problemas con una observante y siempre presente Inquisición. En efecto, el alto tribunal, siempre celoso del mantenimiento de las tradiciones, procesó y encarceló al ilustrado, que tuvo que huir a Francia unos años después. Aunque oficialmente el motivo de su captura tuvo que ver con su particular visión de la religión cristiana, se trató de un proceso complejo en el que no podemos entrar.

Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) fue otro de los grandes pensadores de la época, inmortalizado en su famoso retrato con la cabeza sobre su mano izquierda, pensativo sobre su escritorio. Se trata sin duda de uno de los pensadores más importantes de su tiempo, que mostró una gran preocupación por resolver los problemas del país, y que incluso llegó a la vida política. Las inquietudes principales de Jovellanos tuvieron que ver sobre todo con la agricultura y el régimen de propiedad de la tierra. Su pensamiento sobre estos temas está recogido en dos de sus grandes obras: El Expediente de la Ley Agraria (1766) y el Informe de Expediente de Ley Agraria (1795). Uno de los grandes problemas que denunciaba Jovellanos tenía mucho que ver con la práctica de vincular tierras y propiedades. Cuando alguien vinculaba tierras, impedía que se pudiesen vender o enajenar de algún modo, las sacaba del mercado, o dicho de otro modo, las amortizaba. Esto, a juicio del pensador, provocaba el atraso de la nación, pues desincentivaba la inversión productiva. Así, denunciaba en el capítulo VI de su Informe de la Ley Agraria que:

La amortización en las nuevas fundaciones de conventos, colegios, hospitales, cofradías, patronatos, capellanías, memorias y aniversarios, que son los desahogos de la riqueza agonizante, siempre generosa, ora la muevan los estímulos de la piedad, ora los consejos de la superstición, ora, en fin, los remordimientos de la avaricia. ¿Qué es, pues, lo que quedaría en Castilla de la propiedad territorial para empleo de la riqueza industriosa? ¿Ni cómo se pudo convertir en beneficio y fomento de la agricultura una riqueza que corría por tantos canales a sepultar la propiedad en manos perezosas?

JOVELLANOS, Gaspar Melchor de (1820), Informe sobre la Ley Agraria.Madrid: Imprenta de I. Sancha.

Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos. Fuente

Las ideas de Jovellanos sirvieron de base para las desamortizaciones que se llevaron a cabo en décadas posteriores, de las cuales quizás la más famosa fue la que ejecutó Juan Álvarez de Mendizábal (1790-1853) en entre los años 1836 y 1837.

Pero el mundo del pensamiento en el siglo XVIII trascendió el ámbito de la política, y buen ejemplo de ello son los dos pensadores que vamos a mencionar a continuación.

El primero de ellos es el conocido sacerdote benedictino Benito Jerónimo Feijóo (1676-1764). En el caso de Feijóo uno de los aspectos que le hace un pensador destacado es la defensa que hizo de las capacidades de la mujer. Todo ello en un tiempo, recordemos, en el que la Ilustración, a pesar de todo, seguía situando a la mujer en una categoría inferior a la del hombre. El pensador desarrolla sus ideas en su Teatro crítico universal (1726), y más concretamente, en su discurso XVI, titulado precisamente Defensa de las mujeres. Ya en el primer párrafo expone con claridad las ideas de las que parte:

A tanto se ha extendido la opinión común en vilipendio de las mujeres, que apenas admite en ellas cosa buena. En lo moral las llena de defectos, y en lo físico de imperfecciones. Pero donde más fuerza hace, es en la limitación de sus entendimientos. Por esta razón, después de defenderlas con alguna brevedad sobre otros capítulos, discurriré más largamente sobre su aptitud para todo género de ciencias, y conocimientos sublimes.

FEIJÓÓ, Benito Jerónimo (1778), Teatro Crítico Universal. Madrid: Joaquín Ibarra.
Escultura en honor al Padre Feijóo. Fuente

En el campo de la cultura escrita y el ensayo, más que de la filosofía, destacan dos grandes personalidades.

La primera de ellas es el valenciano Gregorio Mayans (1699-1781). A Mayans debemos sobre todo grandes aportaciones al estudio de la historia de la lengua castellana, siendo además un gran estudioso de Cervantes. Destacan entre sus obras su origen de la lengua española (1737), y su Vida de Miguel de Cervantes (1737).

Junto con Mayans hay que destacar la figura de José Cadalso (1741-1782), militar gaditano responsable, entre otras obras, de las conocidas Cartas marruecas (1789). El nombre de la obra viene dado por su estructura epistolar, y por la presencia en ella de Gazel, un joven marroquí llegado a España que desea conocer las costumbres y la situación del país. Así, a través de una serie de cartas el autor expone su visión de la España del siglo XVIII y reflexiona sobre diversos temas, como la sociedad, la cultura y la política. 

Gregorio Mayans. Fuente
José Cadalso. Fuente

Para concluir no podemos dejar de nombrar a algunos de los grandes científicos del momento, pues en la España de los Borbones no todo fueron filósofos y escritores.

El primer hombre de ciencia que se nos viene a la cabeza cuando hablamos del siglo XVIII es el sevillano Antonio de Ulloa (1716-1795). Su fama es tal que incluso apareció en el videojuego Assasin´s Creed III: Liberation. Entre otros méritos, Ulloa fundó en 1752 lo que ahora es el Museo Nacional de Ciencias Naturales, y descubrió el elemento químico que conocemos como platino.

Quizás menos conocido pero no menos importante fue el famoso ingeniero Jorge Juan (1713-1773) fue uno de los más importantes. La valía de este ingeniero militar fue tal que la propia Monarquía decidió enviarlo a Inglaterra en una misión confidencial para hacerse con las técnicas de construcción naval inglesas, al tiempo que fue también responsable de la fundación del Real Instituto y Observatorio de la Armada, situado en San Fernando (Cádiz), y del Real Observatorio de Madrid. Su aportación al mundo militar y científico fue, pues, indiscutible, llegando a colaborar con Ulloa en ocasiones.

Antonio de Ulloa. Fuente
Jorge Juan. Fuente

Terminaremos con dos naturalistas: El gaditano José Celestino Mutis (1732-1808) y el italiano Alejandro Malaspina (1754-1810). Ambos fueron grandes naturalistas que desarrollaron expediciones por América con fines científicos. Del primero podría destacarse especialmente su labor como botánico y del segundo sobre todo la famosa expedición que ha pasado a la historia con su nombre, efectuada entre 1788 y 1794.

José Celestino Mutis. Fuente
Alejandro Malaspina. Fuente

Tras este pequeño repaso por el mundo de la ilustración española, parece evidente que este movimiento cultural no solo se dio con intensidad en España, sino que también afectó a todos los ámbitos del saber y el conocimiento. Muy lejos quedan pues las visiones de España como un país atrasado y tradicional, ya que, sin negar que efectivamente hubo reaccionarios, no es menos cierto que también es posible encontrar numerosos referentes en el mundo de las letras, las artes y las ciencias. Y eso no es todo. Junto con los nombres mencionados hay muchos más referentes en el mundo de las artes y las letras que no hemos podido ver, ya que hablar de ellos nos llevaría páginas y páginas. En estos casos, no queda otra que dejar a la curiosidad del lector la tarea de investigar sobre estos interesantes aspectos…

Bibliografía

DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio (1976). Sociedad y Estado en el siglo XVIII español. Barcelona: Ariel.

FEIJÓÓ, Benito Jerónimo (1778), Teatro Crítico Universal. Madrid: Joaquín Ibarra. Disponible en: Defensa de las mujeres / Feijoo / Teatro crítico universal 1, 16 (filosofia.org) (último acceso: 12-07-2021)

GARCÍA CÁRCEL, Ricardo (coord.) (2002), Historia de España. Siglo XVIII. La España de los Borbones. Madrid: Cátedra.

JOVELLANOS, Gaspar Melchor de (1820), Informe sobre la Ley Agraria, Madrid: Imprenta de I. Sancha. Disponible en: Informe sobre la Ley Agraria / Gaspar Melchor de Jovellanos | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (cervantesvirtual.com) (último acceso: 12-07-2021) 

PÉREZ SAMPER, M. Ángeles (2000). La España del siglo de las Luces. Barcelona: Ariel.

Recursos web

-Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes | Inicio (cervantesvirtual.com)

-Biblioteca Feijoniana: Biblioteca Feijoniana del proyecto Filosofía en español (filosofia.org)

-Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia: DB-e | Real Academia de la Historia (rah.es)

1 comentario en “¿Qué fue de la ilustración española?”

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