Introducción
El origen del cristianismo se desarrolló en la intersección de tres continentes y estuvo influenciado por la presencia de dos grandes imperios como eran el Imperio Romano y el Imperio Parto. Los primeros seguidores de Jesús se expandieron en todas direcciones con el fin de divulgar la palabra de Cristo a todos los pueblos del mundo. En la zona de Asia bajo influencia romana, los cristianos eran perseguidos, no debido a sus características religiosas, sino ante su negativa a la hora de adorar al culto imperial, uno de los principales pilares del Estado Romano. Por el contrario, en los territorios orientales, las primeras comunidades cristianas se desarrollaron con mayor facilidad debido a las políticas más tolerantes y abiertas hacia las distintas culturas y religiones que convivían en territorio parto.
Entre el Imperio Romano y el Imperio Parto se situaban una serie de reinos menores que tenían cierto grado de independencia, aunque estaban muy influenciados por las grandes potencias que los acechaban. Uno de estos reinos era el reino de Osroene, cuya capital era la ciudad de Edesa y su rey, el mítico Abgar V.
El primer testimonio que tenemos sobre esta historia se encuentra en la obra Historia de la Iglesia de Eusebio de Cesarea, realizada en la primera mitad del siglo IV. Según la tradición iniciada por Eusebio, Abgar sufría de una enfermedad incurable de la piel y conoció la historia de un hombre santo que estaba realizando sanaciones aparentemente imposibles en Jerusalén. El monarca de Edesa, desesperado por encontrar una cura, decidió mandarle una carta a Jesús dónde le invitaba a su ciudad para que le sanase y a su vez le ofrecía la mitad de su reino, ya que habían llegado a sus oídos que los judíos estaban conspirando contra él. Jesús recibió la carta y consideró a Abgar digno de recibir una respuesta. En ésta, Jesús rechazaba la oferta del rey ya que afirmaba que aún tenía una misión que cumplir. No obstante, le prometió que mandaría a uno de sus seguidores, Tadeo, para que le sanase. Además, en algunas tradiciones posteriores, también bendijo a la ciudad de Edesa para que ningún enemigo pudiera conquistarla jamás (Guscin, 2009:1-4).
Una vez que se produjo la Ascensión, Tadeo llegó a la ciudad siria y realizó varias sanaciones milagrosas, entre ellas la del rey Abgar. Sin embargo, su misión no terminó ahí sino que también evangelizó al reino sirio, hecho bastante importante ya que según esta tradición apócrifa el reino de Osroene se convirtió en el primer Estado cristiano de la historia.
El valor apotropaico de la leyenda
La popularidad de esta tradición se basó en gran medida en que se trataba de un relato que afirmaba tener un escrito realizado por el mismo Jesús. Además, en su respuesta bendecía a la ciudad siria, elemento que tuvo una gran importancia en la cosmovisión de los ciudadanos de Edesa que necesitaban cualquier tipo de ayuda, incluso divina, para afrontar los continuos asedios a los que se veían sometidos debido a la importancia geoestratégica de la ciudad.
Poco a poco, este valor mistérico, sagrado e incluso mágico fue calando entre la sociedad de la época pese a que la correspondencia había sido declarada como apócrifa por el Decretum Gelasianum del 494 (Gurinov, 2019:84-114). El intercambio de cartas entre Jesús y Abgar se había convertido en el episodio más popular de toda la leyenda. El texto contenido en esta correspondencia, especialmente la respuesta de Jesús, fue inscrito en numerosos soportes por todo el mundo cristiano con una finalidad claramente apotropaica, hecho que sin duda favoreció el desarrollo y la pervivencia de esta tradición.
Dentro de los testimonios que han llegado a nosotros sobre esta leyenda, existen dos ejemplos que demuestran a la perfección la derivación mágica que sufrió la leyenda de Abgar y Jesús.
El primero se trata de la inscripción encontrada en la ciudad de Filipos (Macedonia), datada en torno al s. V. La inscripción presenta ambas cartas y se encontró en la puerta de la antigua muralla. Varios investigadores afirman que el lugar en donde fue encontrada la inscripción tiene gran importancia debido a que posiblemente los autores intentaron reflejar la bendición divina de Cristo sobre su propia ciudad. No obstante, este hecho puede resultar un tanto extraño ya que, en las cartas, la bendición sagrada iba dirigida solamente a Edesa y no a otro lugar. Sin embargo, esto es un caso muy común dentro de la cristiandad, ya que lugares con un gran simbolismo como el Santo Sepulcro se han reproducido en lugares totalmente distintos a su lugar de origen. Por tanto, los individuos que realizaron la inscripción conocían a la perfección la tradición de la correspondencia e hicieron su obra intentando establecer un paralelismo simbólico (Lidov, 2007:195-212).
Por otro lado, tenemos el caso de un pergamino preservado en la Imperial Library of Vienna, el Cod. Theol, graec. 315, editado por Lipsius y datado en la segunda mitad del siglo V, algunos años después del Concilio de Calcedonia (Gottheil, 1891:268-277). El fin con el que está realizado este papiro es perfectamente reflejado en las primeras líneas:
αὓτη δὲ μου ἐπιστολὴ ὅπου ἄν προβληθῇ εἴτε ἐν δίκῃ ἤ ἐν δισκαστηρίῳ, εἰτε ἐν ὁδῷ εἴτε ἐν θαλάσσῃ, εἴτε ἐν ῥηγιῶσιν εἴτε ἐν πυρέσσουσιν ἤ φρικιῶσιν ἤ εκβράζουσιν ἤ κατάδεσμον ἔχωσιν ἤ ὑπερβρασιν, ἤ φαρμακευθεῖσιν ἤ ὅσα τούτοις ὅμοια, διαλυθήσονται. ἔστω δὲ ὁ φορῶν αὐτὴν ἄνθρωπος ἀπεχόμενος ἀπὸ παντὸς πονηροῦ πράγματος, καὶ λέγετω.
«Dondequiera que se presente esto, mi epístola, ya sea en el proceso o en los tribunales, ya sea en el camino o en el mar, ya sea con los que tienen escalofríos o con los que tienen fiebre o con los que tiemblan por la fiebre o los que están excitados o aquellos quienes estén encantados con un nudo mágico o drogados o todo lo que sea similar a estas (cosas), será liberado».
Como se puede observar en los ejemplos anteriores, lo que fue en un origen un texto literario evolucionó hacía un uso mágico derivado del gran poder que se le daba a unas palabras que supuestamente habían sido escritas o mencionadas por el mismo Jesús.
Conclusiones
A modo de conclusión de este trabajo, me gustaría destacar las principales ideas que se han ido reflejando a lo largo de su desarrollo. Sobre el origen de esta leyenda, hay diversas teorías que apuntan a que Eusebio de Cesarea realizó su obra con fines apologéticos y tergiversó los orígenes «heréticos» del cristianismo en Edesa (Corke-Webster, 2017:563-587). La finalidad del autor habría sido crear una nueva imagen de Jesús y el cristianismo entre la sociedad del s. IV y acabar con las críticas paganas.
De este modo, se explicaría el por qué no nos ha llegado ninguna fuente anterior a la obra de Eusebio a pesar de que éste afirmaba que había tomado la información de los archivos reales de Edesa y simplemente se había encargado de realizar una traducción al griego para facilitar la divulgación por el mundo cristiano. Sea cual fuese su origen, es innegable el hecho de que este texto literario fue utilizado como elemento apotropaico. Este fenómeno puede verse debido a la consideración del gran poder que guardaba un escrito realizado por el mismo Jesús. Las modificaciones y variaciones que fue sufriendo la leyenda a lo largo de los siglos estuvieron destinadas en todo momento en focalizar y fomentar el uso mágico de la correspondencia.
El caso de la derivación mágica de esta tradición apócrifa no es un caso aislado, ya que hay varios ejemplos de uso de fragmentos de la Ilíada y de la Odisea con fines mágicos (Collins, 2008:104-131). Además, hay varios casos de textos bíblicos judíos que fueron utilizados para evitar el mal de ojo y entidades demoníacas (Bohak, 2019:70-122). Por tanto, se puede establecer la hipótesis de que la tradición apócrifa neotestamentaria de Abgar y Jesús responde a una tradición sincrética mágica bien establecida y desarrollada.
BIBLIOGRAFÍA
Bohak, G. (2019) Babylonian Jewish Magic in Late Antiquity: Beyond the Incantation Bowls.En Y.Friedmann y E. Kohlberg, E. (eds.) Studies in Honor of Shaul Shaked (70-122).Jerusalem: The Israel Academy of Sciences and Humanities.
Collins, D. (2008) Magic in Ancient Greek World. Oxford: Blackwell Publishing Ltd.
Corke-Webster, J. (2017). A Man for the Times: Jesus and the Abgar Correspondence in Eusebius of Cesarea’s Ecclesiastical History”, HTR 110,4, 563-597.
Gottheil, R.J. H. (1891). An Arabic Version of the Abgar-Legend, Hebraica, 268-277.
Gurinov, E. (2019) The Blessed City: Edessa and the Abgar Legend in the Age of the Crusades. En O. Keller (ed.) Opere et Veritate: Sammelband von wissenschaftlichen Werken, gewidmet dem 10-jährigen Jubiläum der Zusammenarbeit zwischen den Historikern von weißrussischen Universitäten und der Universität Tübingen (84-114). Minsk:RIVSH
Guscin, M. (2009) The Image of Edessa. Leiden:Brill.Lidov, A. (2007) Holy Face, Holy Script, Holy Gate. Revealing the Edessa Paradigm in Christian Imagery. En A. R. Calderoni, G. Wolf y C. B. Dufour (eds.) Intorno al Sacro Volto. Genova, Bisanzio e il Mediterraneo (secoli XI-XIV)(195-212). Venezia: Marsilio.
Todo un descubrimiento. Me ha gustado mucho.
Enhorabuena por el artículo, me ha encantado.
¡Muchas gracias por sus comentarios! La verdad es que es un tema muy muy interesante y que me está dando mucho juego para la tesis doctoral. ¡Espero poder participar con más artículos en un futuro!
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