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Patrimonio Ucraniano en peligro

Introducción

Hace algo más de un mes que Ucrania fue invadida por Rusia. El pasado 24 de febrero de 2022 se produjo la primera incursión que dejó a todo el planeta conmocionado. La atención ofrecida por los medios, provocada principalmente por el hecho de que el escenario se encuentra a las puertas de la Unión Europea, ha dejado evidencia de que hay guerras de primera y de segunda. Así se ha hecho visible también con la crisis de refugiados, de nuevo refugiados de primera y de segunda. Pero mientras la guerra no parece llegar a su fin y los civiles sufren diariamente, existe otro patrimonio al que no se le presta tanta atención. El patrimonio cultural e histórico ucraniano es, aunque muchos no lo sepan, notoriamente rico, llegando a alojar en su territorio un total de siete sitios patrimonio de la humanidad. 

¿Qué y dónde?

Para poder hablar del patrimonio ucraniano, situémonos primero en el contexto físico y temporal adecuado. Ucrania es un estado situado en la Europa oriental con acceso al Mar Negro y al Mar de Azov y rodeado en sus otros frentes por Rusia, Bielorusia, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía y Moldavia (ordenados de forma antihoraria). La capital, Kiev, se sitúa a orillas del río Dniéper, que prácticamente divide al país.

Mapa de Ucrania. Fuente

Síntesis histórica de Ucrania

Aunque en el territorio ucraniano fueron hallados, hace una década, los restos humanos anatómicamente modernos más antiguos del sureste europeo, no podemos hablar de una sociedad «estatal» unificada hasta el año 882, con la creación de la Rus de Kiev, una federación de tribus eslavas orientales.

Territorio de la Rus de Kiev. Fuente

Como se observa en la imagen (figura 2), el territorio que abarcaba la Rus de Kiev no coincide con la actual Ucrania expandiéndose hacia el norte e incluyendo territorio bieloruso y ruso, entre otros. 

Con la invasión mongola, a mediados del siglo XIII, la Rus de Kiev desaparece y el territorio queda dividido entre la República de las Dos Naciones o Mancomunidad de Polonia-Lituania, el imperio austrohúngaro, el imperio otomano y el Zarato ruso. Parte de estos territorios quedaron de nuevo unificados entre los siglos XVII y XVIII bajo el Hetmanato cosaco (1648 – 1775). Posteriormente, a partir de 1776, estos territorios pasaron a formar parte del Imperio ruso, encabezado por la emperatriz Catalina la Grande. Esta  situación conllevó una política de rusificación, que prohibió el uso y estudio del idioma ucraniano, así como la presión sobre la población para la conversión a la fe ortodoxa rusa.

A raíz de estos cambios geopolíticos aparece un sentimiento de identidad nacionalista «frente al ruso» que con la Revolución rusa de 1917 se materializa en la República Popular Ucraniana, que es forzada por los bolcheviques a concretarse como República Socialista Soviética de Ucrania en 1921, formando parte fundadora de la Unión Soviética un año después. 

El siguiente hecho destacable se sucederá entre los días 19 y 22 de agosto de 1991, con el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética contra Gorbachov quien acabó dimitiendo días después, el 24 de agosto. Ese mismo día, el parlamento ucraniano, conocido como la Rada Suprema de Ucrania, aprobó la Declaración de Independencia de Ucrania y convocó un referéndum para apoyar la declaración. 

Los últimos acontecimientos políticos han pendulado entre un acercamiento a Rusia o todo lo contrario. En 2013 el presidente Víktor Yanukóvich estrechó las relaciones con Rusia, con lo que se desvinculó del ya iniciado acercamiento hacia la Unión Europea, plasmado en el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea. Como consecuencia directa, se produjeron las protestas conocidas como Euromaidán, que acabaron derrocando al presidente Yanukóvich. Ante esta situación inestable, las tropas de la Federación Rusa ocuparon y anexionaron la península de Crimea en marzo de 2014, creando el campo de cultivo para la posterior guerra del Dombás y, más recientemente, la invasión rusa de febrero de 2022. 

El Patrimonio Ucraniano

Dentro del territorio ucraniano se concentran hasta un total de siete sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y que os listamos aquí: 

  1. 1. Catedral de Santa Sofía en Kyiv (año de incorporación a la lista: 1990)
  2. 2. Centro histórico de Leópolis (1998)
  3. 3. Residencia metropolitana de Bucovina y Dalmacia (2011)
  4. 4. Ciudad antigua de Quersoneso Táurico (2013)
  5. 5. Arco geodésico de Struve (2005)
  6. 6. Los Tserkvas de madera (2013)
  7. 7. El complejo natural de los bosques antiguos de los Cárpatos (2007, 2011, 2017, 2021)

¿Pero están en peligro?

Hemos realizado un sencillo mapa con la ubicación de los elementos listados junto con la zona de dominio ruso de la actual invasión a finales de marzo. Sin embargo y como podréis ver, aunque sólo Kiev está al límite de la zona de dominio ruso, los ataques e incursiones no sólo se circunscriben a esa zona. Un ejemplo claro es el de Leópolis, en el extremo oeste de Ucrania que ya ha sufrido diversos ataques. 

Estatua de Leópolis protegida. Fuente
Estatuas cubiertas con trapos de protección en la basílica católica de Leópolis, en el oeste de Ucrania (AFP/Yuriy Dyachyshyn) Fuente

A la vez que los principales monumentos se están protegiendo ante los posibles ataques, muchos bienes muebles se están trasladando y ocultando, buscando las mejores condiciones ante cualquier posible situación de riesgo. Este es el caso, por ejemplo, del Museo Nacional Andrey Sheptytsky (indicado en el mapa anteriormente referido), entre otros.

Trabajos de traslado de las obras en el Museo Nacional Andrey Sheptystsky, Leópolis (Ucrania) Fuente
Trabajos de traslado de las obras en el Museo Nacional Andrey Sheptystsky, Leópolis (Ucrania) Fuente

Pero, por desgracia, no todo puede ser protegido. Infinidad de problemas de tiempo, de logística, económicos, de personal lo hacen imposible. Prueba de ello lo tenemos en los sucesivos comunicados a través de Twitter (como el de Tim Le Berre: https://twitter.com/TimLeBerre) que nos llegan de las labores de protección de muchas instituciones que buscan salvaguardar un patrimonio que es de todos, aunque más especialmente del pueblo ucraniano. 

A través del propio Tim Le Berre podemos documentar ya como algunos edificios son destruidos a pesar de no ser objetivos militares, como la iglesia de madera de San Jorge el Mártir en la ciudad de Irpen, destruida el pasado 6 de marzo del 2022. 

Iglesia de madera de San Jorge el Mártir en Irpen (Ucrania) antes de ser destruida. Fuente: Tim Le Berre: https://twitter.com/TimLeBerre
Iglesia de madera de San Jorge el Mártir en Irpen (Ucrania) tras ser destruida. Fuente: Tim Le Berre: https://twitter.com/TimLeBerre

Otro ejemplo es el de la catedral de Kharkiv, referida también en el mapa, y como se podrá observar, en zona de control ruso. 

Catedral de Kharkiv tras ataque Fuente: Tim Le Berre: https://twitter.com/TimLeBerre

No hay justificación para la guerra ni para la invasión. Siempre pagarán justos por pecadores, que como suele pasar, es la población civil. Junto a ella el urbanismo, la arquitectura, el arte, el patrimonio, el legado material de un pueblo que es incapaz (como lo sería cualquier otro pueblo) de protegerlo todo. Mucho podrá ser reconstruido, otro tanto se habrá perdido para siempre tal y como perdimos grandes joyas de las artes. Habría que evaluar, con la perspectiva del tiempo, qué se salvó, qué se perdió para siempre, qué fue robado y qué estuvo debidamente documentado y compartido.

En un anterior artículo hablamos de las posibilidades de recuperación a partir de la documentación tridimensional (fotogrametría o escáner), pero nada de ello serviría si los archivos de recuperación no se comparten o no se salvaguardan lo suficientemente bien y acaban igualmente destruyéndose.

Ahora más que nunca, gracias a la tecnología, debemos liberar el patrimonio de ataduras y compartir la información ya que a veces, cuanto más intentamos proteger algo más lo condenamos a su destrucción.

Referencias consultadas y de interés

  • A History of Ukraine Author: Paul Robert Magocsi Publisher: University of Washington Press Published In: Seattle, WA,USA

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