La Loba Capitolina o Luperca es una escultura esculpida en bronce que se encuentra en los Museos Capitolinos (Roma, Italia), aunque existen copias por todo el mundo, como la que se encuentra fuera del museo y es fotografiada por millones de turistas. El conjunto escultórico lo forman tres figuras: una loba y dos pequeñas figuras antropomorfas que son amamantados. Esta recreación responde al mito fundacional de Roma datado en el 753 a.C, en donde la loba sería Luperca y los niños Rómulo y Remo, fundadores mitológicos de la ciudad. Sin embargo, cuando hablamos de esta leyenda tenemos que tener en cuenta que existen dos versiones:
La primera, tal y como la recoge Tito Livio, narra cómo en el siglo VII el rey Numitor está gobernando en Alba Longa (ciudad fundada por Ascanio hijo de Eneas), hasta que su hermano Amulio decide derrocarlo y proclamarse rey, pero para asegurarse el reinado éste encarcelarla a Numitor y encierra a Rea Silva (hija de Numitor) convirtiéndola en vestal y con «quien tuvo dos hijos, Numitor y Amulio. A Numitor, el amyor, le legó el antiguo trono de la casa Silvia. La violencia, sin embargo, resultó más fuerte que la voluntad paterna o que el respeto debido a la antiguedad de su hermano, pues Amulio le expulsó y se apoderó de la corona» (Tito Livio, trad. en 2018:página 10).
Un día Real Silva sueña que es forzada por el Dios Martes y queda embarazada de los gemelos Rómulo y Remo, pero cuando su tío Amulio se entera rompe en cólera, ya que al ser una vestal no puede quedarse embarazada y menos de un Dios, por lo que como consecuencia la intenta matar, ya que había roto su voto de castidad, y esto era lo que le ocurría a las vestales que rompían el voto de castidad.
Finalmente, la hija de Numitor es asesinada y Amulio intenta acabar con los gemelos. Para ello ordena a uno de los trabajadores deshacerse de ellos. Sin embargo, es tanta la compasión que tiene por ellos que los deja en un cesto en el río Tiber.
Ell cesto con los niños no se desplazó demasiado,permitiendo que los gemelos no se ahogasen. El cesto dio a parar al lado de una cueva conocida como Luperca que se encontraba entre las colinas del Capitolio y del Palatino en la cual habitaban, entre otros animales, un pájaro carpintero y una loba que acababa de tener crías (estos dos animales eran los animales sagrados de Marte).
La loba se acercó a los gemelos y por instinto cuidó de ellos, hasta que un día un pastor que andaba por allí llamado Fáustulo escuchó el sollozo de los niños y decidió recogerlos y llevarlos a su casa junto con su mujer Aca Larentia para criarlos.
Cuando los gemelos crecieron, sus padres les revelaron su verdadera identidad y estos decidieron vengarse y honrar a su abuelo Numitor poniendo rumbo hacia la ciudad de Alba Longa.
Una vez que Rómulo y Remo llegan a la ciudad matan a su tío Amulio, quien años antes había asesinado a su madre Rea Silva, los había intentado matar a ellos y tenía encarcelado a su abuelo.
Cuando Amulio es finalmente asesinado, su abuelo es repuesto en el trono, y los gemelos abandonan Alba Longa, marchando al lugar en donde el pastor Fáustulo los encontró, decidiendo fundar su propia ciudad. Surge aquí una disputa entre los hermanos ya que Remo quería construir la ciudad en el Aventino y Romulo en el Palatino.
Tras un largo enfrentamiento Remo resulta herido y fallece al poco tiempo, por lo que Roma finalmente es fundada en el Palatino. La ciudad toma como símbolo la escultura de la Loba Capitolina en honor a Romulo y Remo.
La segunda leyenda, también recogida por Tito Livio, narra que no sería una loba quien cuidaría de los niños, sino que Luperca habría sido una mujer. Esta teoría se basa en que una «lupa» en latín significaba «prostituta», etimología que también es compartida por el término «lupanar», es decir, de los prostíbulos romanos, y es que según esta segunda narración una prostituta habría encontrado a los niños en una cesta a las orillas del Tíber y los habría cuidado como si fueran suyos con ayuda de Fáustulo, su esposo, que se dedicaba al pastoreo lejos de la capital.
La figura de la Loba Capitolina y los gemelos Rómulo y Remo han generado una gran polémica en cuanto a la datación de la famosa escultura generando principalmente dos teorías. La primera teoría defiende que pertenece al arte etrusco mientras que la segunda plantea una cronología medieval.
Capitoline Wolf, Plaza de la Artilleria Segovia
Primera teoría, perteneciente al arte etrusco.
Esta teoría es propuesta por el arqueólogo Johann Joachim Winckelmann en el siglo XVIII. Su planteamiento dataría a la escultura como obra del siglo V a.C., correspondiendo al arte etrusco. Fuentes como Cicerón, Plinio el Viejo y Tito Livio ya habían expuesto en sus tratados la existencia de una escultura en el foro romano, que representaría la fundación de Roma a través de una leyenda mitológica, pudiéndose referir a esta.
Segunda teoría, perteneciente a la Edad Media.
Sin embargo, la anterior teoría se ve anulada cuando a finales del siglo XIX la escultura es restaurada e investigadores alemanes descubren que la manera de efectuar el proceso de fundición no corresponde con época etrusca y sí con la Edad Media, específicamente con los siglos XII y XIII. Tras ello se realizó la prueba del carbono 14 para conseguir una mayor exactitud en la datación de la escultura y finalmente en 2007/2008 se anunció oficialmente la nueva datación que establecería la fecha de la obra entre el 1020 y el 1152 d.C. («dating the statue to 1020–1152 CE with a confidence level of 95.4%») (L. Calcagnile et al., 2019: 211). Hay que destacar también que el conjunto escultórico no fue elaborado en su totalidad en un primer momento, sino que las figuras de los niños fueron añadidos con posterioridad, en el siglo XV. Esto lleva a pensar que la escultura original no representaría a la Loba Capitolina en un primer momento sino que tendría como fin la exaltación de un animal apotropaico. En un segundo plano queda la incógnita todavía de si la obra es original medieval o es una copia de una escultura anterior.
Conclusión
Tras lo expuesto, podemos concluir que la obra escultórica conocida como La Loba Capitolina o Luperca no pertenece a época etrusca sino a época medieval, por mas que siga abierto el debate sobre si corresponde a una copia escultórica de época anterior.
Bibliografía
Augias, C. (2007). Los Secretos de Roma: Historia, lugares y personajes de una capital. Debate.
Calcagnile, L., D’Elia, M., Maruccio, L., Braione, E., Celant, A., & Quarta, G. (2019). Solving an historical puzzle: Radiocarbon dating the Capitoline she wolf. Nuclear Instruments and Methods in Physics Research Section B: Beam Interactions with Materials and Atoms, 455, 209-212. https://doi.org/10.1016/j.nimb.2019.01.008
Carruba, M.A (2006) La Lupa Capitolina. Un bronze medievale (presentazione di Adriano La Regina). De Luca Editori d´Arte.
Livio, T (2018). La Fundación de Roma: Rómulo y Remo. Edhasa.