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Port Royal, «la ciudad más perversa del mundo»

Port Royal es una ciudad situada en el sureste de Jamaica que estuvo ocupada por los españoles hasta que Inglaterra tomó el control en 1655. Se convirtió rápidamente en un centro de comercio, así como en un lugar estratégico y en una ciudad muy relevante para la piratería (Gilmore y Reid, 2014: 282).

Una vez Jamaica fue conquistada, la corona decidió establecer en distintos lugares de la isla a personas para que se encargaran de su defensa y cuidado, pero no tardaron mucho en echarse al mar en busca de las riquezas que la tierra que trabajaban no les ofrecía puesto que, además, muchos se habían dedicado a la piratería con anterioridad

La ciudad de Port Royal fue uno de los lugares que prosperó debido a este tipo de actividades ilícitas. A esto se sumó el aumento de estas actividades de manos de los corsarios, que estaban amparados por la ley británica, por lo que se les permitía actuar de forma independiente y sus ataques eran tomados como patrióticos. En 1664 llegó a Jamaica sir Thomas Modyford, cuyo papel con la piratería fue muy relevante, pues, aunque llegó para impulsar y mejorar el sistema de plantaciones de azúcar, acabó siendo quien fomentó la piratería.

Figura 1. Terremoto de Port Royal, por Jan Luyken y Pieter van der Aa. Fuente.

Inglaterra quiso convertir tanto Port Royal como Jamaica en una gran productora de azúcar, creando plantaciones por toda la isla y Modyford no tardó en llegar a la conclusión de que, sin un abastecimiento estable de esclavos, no había posibilidades de estimular la producción en las plantaciones, pero en ese momento estaban en guerra con los holandeses, lo que dificultaba el comercio de esclavos.

Fue entonces cuando tomó la decisión de animar a los piratas y corsarios a atacar a los navíos holandeses, e incluso defendió la piratería como algo legal en Jamaica ya que la encontraba beneficiosa para su empresa, y podía ser una buena fuente de esclavos para las plantaciones. Apenas un año después hizo un trato con Henry Morgan, pirata que ha pasado a la historia por sus ataques contra Panamá, Cuba, Nicaragua y Venezuela entre otros. Dichos ataques siempre fueron justificados por Modyford, lo que provocó que Port Royal adquiriese la denominación de ‘nido de piratas’ (Hanna, 2015: 102-114).

Poco a poco, Port Royal fue creciendo como ciudad desde un punto de vista económico. Debido a la indulgencia que parecían presentar frente a los piratas en este lugar, sus calles no tardaron en poblarse de ellos, haciendo honor a la denominación que se le había impuesto.  Eran los propios piratas los que mantenían la economía del lugar, pues vendían lo que tomaban de otros barcos a los comerciantes locales, y gastaban su dinero en las tabernas y los pequeños establecimientos locales, motivando la economía.

Esto facilitaba mantener buenas relaciones con los comerciantes, y por tanto, ganar estatus social. Todo esto era beneficioso para Port Royal y para Jamaica en general, pero no tanto para el Imperio Británico, que no quería que las colonias acumulasen demasiadas riquezas y que las clases altas locales tuvieran tanto poder. A pesar de esto, los piratas ganaron mucha importancia social en Port Royal, tanta, que algunos incluso llegaron a adquirir terreno para explotar, como fue el caso de Henry Morgan, que se asentó y murió en esta ciudad (Mares, 2015: 25-28).

Entre 1660 y 1690 la ciudad se mantuvo en estas condiciones de proliferación de la piratería, pero, en torno a 1687 la situación comenzó a cambiar. Comenzaron a promulgarse leyes contra la piratería, ahorcándose los primeros piratas en ese mismo año. Estas medidas fueron tomadas principalmente por los dueños de plantaciones y comerciantes a los que la piratería había afectado económica y socialmente. Este momento supuso el principio del fin para la piratería en la ciudad, que fue perdiendo fuerza poco a poco frente a las continuas leyes que se fueron elaborando. Sin embargo, el momento clave para entender el fin de Port Royal llegó unos años después, en 1692 (Hanna, 2015: 141-143).

El 7 de junio de 1692, en torno a las 11:40 de la mañana se produjo un terremoto, que fue acompañado por varios tsunamis. La ciudad colapsó en minutos debido a que estaba construida sobre arena saturada de agua y grava, lo que hacía que el suelo fuese inestable, sobre todo si se producían terremotos (Fig.2). Las  construcciones no tardaron mucho en colapsar, y en las zonas más cercanas al puerto, las calles se hundieron bajo el mar (Mulcahy, 2008: 392-404).

Figura 2. Representación del colapso de la ciudad. Fuente. 

Toda la isla de Jamaica se vio afectada por esto, y Port Royal quedó hundida casi totalmente, perdiéndose en el fondo del mar la mitad de la ciudad, lo que puso fin a uno de los enclaves piratas más importantes de Jamaica y a la denominada ciudad más perversa del mundo (Fig.3).

Figura 3. Reconstrucción de la línea de costa original de Port Royal sobre un mapa moderno de la ciudad. Fuente: Cohen, 2017: 34.

Bibliografía

Hanna, M. G. (2015). Pirate Nests and the Rise of the British Empire, 1570-1740. University of North Carolina Press.

Mares, M. (2015). The British Contribution to the Development of Piracy in the Golden Age of Piracy. University College London.

Reid, B. A., & Gilmore, R. G. (eds.). (2014). Encyclopedia of Caribbean archaeology. University Press of Florida.

Mulcahy, M. (2008). The Port Royal earthquake and the world of wonders in seventeenth-century Jamaica. Early American Studies, 6(2), 391-421.

Cohen, C.M. (2017). Raising Port Royal: A geospatial reconstruction of the 1692 city through integrated GIS and 3D modeling. Doctoral dissertation. Texas A&M University.

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