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La ciudad sagrada del Caral (Perú): distribución general del yacimiento (Parte I)

Introducción

La civilización Caral-Supe es una de las más antiguas de América, formada a la vez que otras muchas en el resto del mundo como Sumeria en Mesopotamia (5.700 A.N.E) o Creta en Europa (3.000 A.N.E). Sin embargo, Caral se desarrolla sin interactuar con otras civilizaciones, es decir, de manera aislada hace 5.000 años (Shady, 2006, 5).

Se sitúa en un territorio megadiverso, donde el cambio climático y las catástrofes naturales como terremotos o lluvias torrenciales, requieren un trabajo organizado y planificado por parte de la sociedad que la compone.

En la cuenca del Supe la economía se encuentra articulada por el comercio, lo que promovió la especialización laboral y el desarrollo de un sistema social con la acumulación de riquezas.

Las sociedades del valle del Supe (fig.1) viven en núcleos urbanos de distinta extensión y complejidad, lo que hace que se distribuyan en varias secciones a lo largo del valle. En cada una de ellas construyen edificios, residenciales y de función pública. Algunos asentamientos tienen edificios monumentales de grandes dimensiones, como la zona de Caral (capital del entorno), que congrega ocho de los centros poblados por ser la ciudad más compleja de la época, más planificada y con mayor número de edificios monumentales (Tavera Vega, s.f).

Figura 1.Valle del Supe y estructuras arquitectónicas de la ciudad del Caral. Fuente.

La zona en la que se establece la civilización cambia a lo largo del tiempo tanto en el ámbito tecnológico como en las actividades de subsistencia (fig. 2), hasta llegar al cultivo, a la domesticación y a la realización de actividad pesquera, proporcionando intercambios interregionales.

Figura 2. Diversos productos de la economía de Caral (Shady, 2006, 22).

Las relaciones interregionales se encuentran en la misma «tesitura» que la ciudad de Caral, es decir, constan de componentes arquitectónicos similares, como son edificio público para ofrendas y plaza circular hundida para ceremonias – lo que hace posible la vinculación de diversos asentamientos: Culebras, Los Gavilanes (valle de Huarmey), El Paraíso (valle del Chillón), Huaricoto, Kotosh… Entonces, las sociedades asentadas en la zona litoral, valles, sierra y selva andina interactuaron entre sí para potenciar el ámbito económico, social, cultural y beneficiarse unos a otros (Shady, R., 2006, pp. 6-7).

Distribución de la ciudad sagrada del Caral.

La ciudad sagrada de Caral tendría una extensión total de 66 hectáreas, en la que se disponen unos 32 edificios públicos y diversos conjuntos residenciales. Se pueden diferenciar dos espacios (fig.3): Caral alto en la zona norte y Caral bajo en la zona sur (Shady, 2006, 14).

Figura 3. Diferenciación entre las zonas de Caral Alto y Caral Bajo. Fuente.

Cada una de las construcciones de los edificios está relacionada con el calendario y la posición astral, representada por una divinidad; por lo tanto, las actividades religiosas o ceremoniales realizadas se definían en relación con el calendario (Shady, 2006, 14).

En Caral Alto (zona norte), observamos el sector residencial de la zona periférica, donde las viviendas se agrupan en una especie de «islotes» que se amoldan al terreno topográfico. Las viviendas son de pequeñas dimensiones y en ellas se realizan diversas actividades de la vida cotidiana. Según la ubicación y las características, probablemente pertenecerían a un grupo social bajo, dedicado a la agricultura. Además, se subdivide a su vez en tres subconjuntos denominados A, B y C (Shady, 2006, 14-15).

El sector A posee la «Pirámide Central», orientada hacia la salida del Sol y considerada la estructura piramidal más alta de la ciudad que consta de una serie de plataformas. «La Pirámide de la Cantera» (fig.4) pertenece al Periodo Antiguo, está construida sobre roca natural y se orienta hacia la Pirámide Mayor. Este complejo arquitectónico está relacionado con una zona residencial, donde las viviendas constan de paredes de adobe y muros de piedra, ambas pintadas. Se considera que la ocupación es de altos funcionarios (Shady, 2006, 15-16).

Figura 4. Visitantes yendo hasta la Pirámide de la Cantera. Fuente.

Por otro lado, en el sector B se situarían la «Pirámide Mayor», el edificio público principal de la ciudad de Caral y el complejo de mayor extensión, orientado hacia el sur y relacionado con la plaza circular. También aparecen restos de la «Pirámide Menor», la cual se ubica hacia el este y se relaciona con una zona residencial, compuesta por dos estructuras piramidales que fueron usadas para actividades sociales y ceremoniales (Shady, 2006, 16-17).

Figura 5. Modelo en 3D de la Pirámide Menor de Caral. Fuente.

Asimismo, en el sector C aparece la «Pirámide de la Galería», ubicada en la zona más oriental de la ciudad, que como se evidencian en los restos materiales allí encontrados, su tamaño y extensión tuvo gran importancia. La «Pirámide de Huanca» (fig. 6) es el edificio situado en la zona sureste de la ciudad con la fachada orientada a la Pirámide de la Galería. Este es de planta cuadrangular y se asocia con un conjunto residencial de familias de alto estatus, relacionadas con el funcionamiento de dicha pirámide. La gran mayoría de sus hallazgos están relacionados con las ceremonias. Se localiza también la Plaza en la mitad alta de la ciudad con diversos hoyos en su extensión para la colocación de tiendas y producir actividades económicas, políticas y producción. Destacamos el Conjunto Residencial Mayor, constituido para una población de menor rango en el sistema social (Shady, 2006, 17-18).

Figura 6. Pirámide de Huanca. Fuente.

A su vez, es en Caral Bajo donde aparecen edificios menores alineados de este a oeste. En primer lugar, el «Templo del Anfiteatro» (fig.7) es un complejo amurallado con una plaza circular hundida, ventilación subterránea y plataforma con pequeños recintos. Es allí donde se hallan 32 flautas traversas y 38 cornetas, instrumentos musicales de los que hablaremos en próximos artículos. Según las dimensiones del recinto ceremonial, sería el edificio principal para los actos ceremoniales. El «Templo de la Banqueta» es un edificio de pequeño tamaño relacionado con el «Templo del Anfiteatro» y el «Templo del Altar Circular» consta de un altar y diversos conductos de ventilación. Dispone de un «Conjunto Residencial Menor», donde las viviendas son mucho más reducidas que las vistas en la zona de Caral Alto, por lo que es un grupo más reducido y de menor estatus. En la zona más oriental se ubica el conocido como «Taller de Especialización Artesanal», formado por tres recintos rectangulares donde se hallan materiales como cristales de roca, spondylus, arcilla, herramientas de piedra o hueso, por lo que se reconoce como una zona de producción de artículos ostentosos (Shady, 2006, 18-21).

Figura 7. Templo del Anfiteatro, siendo visible mayormente la plaza circular. Fuente.

Bibliografía

Tavera Vega, L. (s.f) Caral. La ciudad de las Pirámides. Arqueología del Perú. Disponible en la dirección: https://www.arqueologiadelperu.com.ar/caral_a.htm#:~:text=En%20el%20sector%20alto%20se,habitaron%20los%20pobladores%20de%20Caral [21/12/2022].

Shady Solís, R. (2006). Caral-Supe. La Civilización más Antigua de América. Disponible en la dirección: http://www.zonacaral.gob.pe/downloads/publicaciones/libro-caral-supe-la-civilizacion-2008.pdf  [26/11/2022]

Zona Caral (s.f). Unidad Ejecutora 003 – Zona Arqueológica Caral. Disponible en la dirección: https://www.gob.pe/caral [17/12/2022].

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