ArqueoTimes.es

Los vascones: historia de un pueblo distorsionado

El pueblo vascón ha sido objeto de numerosas manipulaciones historiográficas a lo largo del tiempo: el historicismo del siglo XIX, consolidado hasta bien entrado el siglo XX, buscó una base sobre la que sostener postulados tanto regionalistas/separatistas como nacionalistas. Sin embargo, la revisión de las fuentes coetáneas a esta realidad étnica -fundamentalmente, textos grecorromanos- y la renovación historiográfica han matizado los tópicos creados en torno a la historia de esta realidad étnica.

¿Fueron los vascones siempre un pueblo independiente y radicalmente negligente a convivir con otros pueblos?

Periodo prerromano (hasta el siglo III a.C.)

De esta etapa la única fuente disponible la conforman los vestigios arqueológicos, pues no se conocen fuentes escritas de este pueblo o que se refieran a él, anteriores a la obra del historiador romano Tito Livio, que recoge las primeras noticias que conocemos de los vascones. 

En la transición del Neolítico a la Edad de Bronce, se hizo patente un aumento de la población y la posible aparición, en esta última, de los primeros poblados (Peréx 1986, p. 51). Los vascones comenzaron a asentarse en ambos márgenes de los valles de los ríos afluentes del Ebro, sufriendo estos asentamientos diferentes transformaciones hasta la consolidación de Hispania como provincia romana. 

Periodo romano tardorrepublicano (siglos III-I a.C.)

El posicionamiento de los vascones a favor del bando de Pompeyo en las Guerras Sertorianas -(82-72 a.C.), conflicto narrado por Tito Livio- es la primera noticia escrita en la que se hace referencia a su existencia. Se cree que este posicionamiento se debió a un decreto por parte de Cneo Pompeyo Estrabón, que por su imperium militar como comandante en jefe del ejército, concedió la ciudadanía romana y una serie de recompensas a un escuadrón de jinetes hispanos, la turna salluitana, a causa del valor demostrado durante el asedio de la ciudad de Asculum (Santos, 1992, p. 142). El historiador romano Salustio (Historias, II, 93, 1-12) puso de manifiesto el contacto de Pompeyo con los vascones del área septentrional de montaña en el 75 a.C. (Cantón, 2005, p. 135). 

Pompeyo Magno (106-48 a.C.) asentó, en ese mismo año 75 a.C., un campamento de invierno en Iruñea -Pamplona- sobre el que después se fundaría Pompaelo, obteniendo los habitantes de este asentamiento el derecho a la ciudadanía romana: se dio lugar a una auténtica red clientelar que velaba por los intereses personales del cónsul. 

Figura 1. Guerrero vascón. Ilustración realizada por José Carlos Iribarren para la obra Vascos y trajes (1976) de la investigadora y etnóloga María Elena Arizmendi. Fuente. Licencia: Uso autorizado para esta publicación mediante cesión de la autora.

Periodo romano altoimperial (siglos I a.C.-II d.C.)

Se dio un periodo de extensión territorial vascona: el río Ebro fue cruzado, y se realizaron incursiones en terreno de los jacetanos y los suessetanos. Por lo que se refiere a las causas directas, buena parte de los investigadores aceptan el binomio castigo/premio con relación a la actitud beligerante de las zonas anexionadas y la actitud pacífica o amistosa de los vascones (Cantón, 2005, p. 130). Esto ha llevado a plantear a varios autores una posible actitud de cooperación entre vascones y romanos, aceptando estos una cierta expansión de los primeros. 

Figura 2. Ciudades vasconas según la obra “La aculturación romana de los vascones” de María Ángeles Mezquíriz Irujo (2007). Fuente. Licencia: CC-BY-2.5-ES.

Tras la reforma político-administrativa de Augusto (27 a.C.-14 d.C.) de las provincias, los vascones quedaron encuadrados dentro de la Hispania Citerior Tarraconensis, concretamente en el Conventus Caesaraugustanus

Tácito (Historias, IV, 33, 6) narró que el emperador Galba (68-69 d.C.) reclutó varios contingentes de tropas vasconas, en el año 69 d.C., para hacer frente a los focos de resistencia fieles al emperador Nerón (54-68 d.C.) en la provincia de Germania. En el siglo II d.C. siguieron participando soldados vascones en las misiones del Imperio como fuerzas auxiliares, estando destinados principalmente en Britania y Mauritania.

¿Los vascones querían, entonces, estar integrados en el imperio? Parece ser que sí, pues el servicio militar era uno de los medios de promoción social por excelencia. Por otro lado, se ha atestiguado la presencia de vascones fuera de su zona en condición de trabajadores o de cargos en el flamen de la provincia, en este caso la Tarraconense.

«Siglos oscuros» (siglos III-V d.C.)

Se denomina así a este periodo por la escasez de testimonios escritos del mismo, por lo que es la arqueología la que nos ofrece información. Coincidió con la etapa del Bajo Imperio, que se caracterizó por la inestabilidad que sufrió el Estado romano. 

De lo poco que se ha constatado documentalmente acerca de este periodo destaca la persecución a ciertos vascones cristianos por parte del emperador Domiciano (69-96 d.C.), siendo el caso de San Fermín el más relevante. De padres pompelonenses, Firminus fue el primer obispo de Amiens, martirizado hacia el 303 d.C.; su origen «legendario» se ha convertido en historia, desde el momento en que se venera como patrono de Pamplona (Ramírez, 2015, p. 378). A pesar de este episodio, a lo largo del siglo IV d.C. el cristianismo se fue consolidando en el territorio vascón.

Figura 3. Representación del martirio de San Fermín en la Colegiata de Roncesvalles (Navarra). Fuente. Licencia: CC-BY-SA-4.0

Periodo visigodo (siglo V – año 711 d.C.)

Diversos pueblos germánicos -visigodos, suevos, vándalos y alanos- penetraron en la Península Ibérica a partir de la primera década del siglo V d.C., consolidándose los visigodos frente al resto de «bárbaros». Por otro lado, los francos se fueron estableciendo en la Galia, lo que supuso que los vascones se quedaran rodeados por estos dos reinos. 

No fue sino hasta el siglo VI cuando, tras una relativa coexistencia, comenzaron los primeros episodios de belicosidad relevantes. En primer lugar, a mediados de siglo la ciudad de Pamplona fue conquistada por contingentes francos al mando, primero de rey Childeberto I (511-558), y posteriormente del rey Clotario I «el Viejo» (558-561). Sin embargo, la noticia de que se estaban aproximando tropas visigodas a la zona provocó la retirada franca de Vasconia

Se dio un periodo de treinta años de calma hasta que Leovigildo (568-586), rey de los visigodos, invadió estratégicamente parte del territorio vascón. En ella fundó Victoriacum -Vitoria- dentro del contexto de las campañas visigodas en el norte peninsular, con el probable objetivo de obligar a sus habitantes a presionar con mayor fuerza sobre el pueblo franco (Alonso, 1987, p. 281). Como respuesta, muchos vascones se agruparon entre sí para saquear el territorio visigodo circundante a través de incendios de zonas urbanas y rurales, así como la captura de prisioneros y sus bienes. 

Durante el siglo VII van a destacar las campañas del rey Suintila (621-631), quien consiguió someter a los vascones y, a modo de humillación así como forma de pagar todo el daño que habían causado en ocasiones anteriores, fueron obligados a financiar económicamente la creación del asentamiento visigodo de Oligicus -Olite-. Asimismo, entregaron personas cautivas a los visigodos, a modo de promesa de que no se produciría ninguna sublevación. 

Entre los reinados de Chindasvinto (642-653) y Recesvinto (653-672) los vascones apoyaron al noble rebelde, Froya, en el año 653 d.C. Este noble visigodo no aceptó la sucesión de Recesvinto, organizando una expedición por el Ebro con ayuda vascona y llegando a poner sitio a Zaragoza. Sin embargo, fueron derrotados y Froya acabó siendo asesinado (Orella, 2004, p. 76).

El rey Wamba (672-688) tuvo que hacer frente a los vascones. Aprovechando que la provincia de la Narbonense se había sublevado contra su persona, realizó una correría por Vasconia que provocó la rendición de sus habitantes en apenas siete días. Por otro lado, reparó los daños causados en los edificios de la ciudad de Pamplona, pues esta constituía una plaza defensiva importante. 

El último rey visigodo, Rodrigo (710-711), también se mostró hostil con el pueblo vascón. Recibió la noticia de la invasión árabe mientras estaba en tierras de Pamplona asediando la ciudad; esto significa que Pamplona, en el año 711, estaba en poder de los vascones (Alonso, 1987, p. 285). 

Conclusiones

La trayectoria histórica de los vascones se basó, en primer lugar, en la colaboración estrecha con Roma, beneficiándose su élite militar y permitiendo una cierta ampliación territorial hacia el este y el oeste. En segundo lugar, adquirieron varios aspectos de la cultura romana aunque manteniendo muchas de sus características culturales propias, no llegando a haber por tanto una romanización total. En tercer lugar, con la expansión del cristianismo destacaron como uno de los pueblos donde esta religión triunfó. Y, por último, cabe destacar la resistencia a la ocupación de los pueblos germánicos, especialmente los visigodos. 

Bibliografía

Alonso Ávila, Á. (1987). Navarra y los vascones durante la época visigoda. Príncipe  de Viana. Anejo 7, 277-292.

Blázquez, J. M. (2008). Los vascones en las fuentes literarias de la Antigüedad y en la historiografía actual. Trabajos de arqueología navarra, 20, 103-148.

Cantón Serrano, E. (2005). Sobre la expansión vascona en las fuentes literarias. Veleia, 22, 129-143.

Estrabón (1992), Geografía, Editorial Gredos.

Mezquíriz Irujo, M. A. (2007). La aculturación romana de los vascones. Veleia, 24-25, 963-976.  

Orella, J. L. (2004). Historia de Euskal Herria. Tomo I: Los vascos de ayer. Txalaparta.

Ortíz de Urbina Álava, E. (2009). La proyección de la élite de los vascones en época romana. Representación local, provincial y estatal. Andreu, J. (Ed.), Los vascones de las fuentes antiguas: en torno a una etnia de la antigüedad peninsular, Barcelona, Colleció Instrumenta, 457-478.

Peréx Agorreta, M. J. (1986). Los vascones. El poblamiento en época romana. Institución Príncipe de Viana.

Ramírez Sádaba, J. L. (2015). Vascones por las tierras del Imperio Romano. Príncipe de Viana, 261, 373-384.

Salinas de Frías, M. (2018). Los pueblos de la Península Ibérica antes de Roma. Síntesis.

Santos Yanguas, J. (1992). Sociedad indígena y sociedad romana en territorio vascón. Príncipe de Viana. Anejo 14, 135-151.

Sayas Abengochea, J. J. (1999). De vascones a romanos para volver a ser vascones. BIBLID 1(44), 147-184.

  • Sergio Canales González

    Graduado en Historia por la Universidad de Granada en el año 2023. Ha realizado estudios de posgrado, concretamente los másteres “Historia de Europa a América: Sociedades, Poderes, Culturas.” y “Profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas (Ciencias Sociales: Itinerario Geografía e Historia)” en los años 2024 y 2025 respectivamente.

    Ver todas las entradas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ArqueoTimes.es
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.