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El Homo neanderthalensis: Teorías sobre su extinción

El Homo neanderthalensis es por el momento el humano antiguo mejor conocido. Desde el descubrimiento de un primer cráneo en 1829 en Engis (Bélgica) hasta nuestros días, la colección de restos fósiles ha aumentado hasta contar con más de 500, teniendo completos unos 30 individuos.

Esta mayor frecuencia de restos ha permitido desarrollar numerosas investigaciones que han ido poco a poco desmitificando la falsa idea del hombre de Neandertal como un ser salvaje y brutal que ni por asomo podía ser relacionado con nuestra especie, el Homo sapiens.

Sin embargo, son muchas las cuestiones que a día de hoy continúan a debate entre los estudiosos del tema. Entre ellas destacamos el eje central de este trabajo: la extinción del Homo neanderthalensis, acaecida hace aproximadamente 40.000 años (Mellars y French, 2011, p. 623). Por ello, en este estudio realizaremos un breve recorrido y análisis por las principales teorías que manejan los investigadores.

Figura 1. Cráneo de Homo neanderthalensis descubierto en La Chapelle-aux-Saints (Francia). Fuente.

El Homo neanderthalensis

El Homo neanderthalensis se enmarca a lo largo del Paleolítico Medio, desde hace aproximadamente 300.000 años hasta hace 28.000 años. Podemos encontrarlo en este periodo en una franja geográfica muy amplia, que abarca desde el Próximo Oriente y Siberia occidental hasta la Europa occidental. Según Rosas (2010), podemos diferenciar en este espacio dos climas diferentes: uno en el norte, sujeto a una influencia importante de los ciclos glacial-interglacial; y otro en el sur, donde el clima sería menos extremo. Todo esto probaría la gran «versatilidad biológica y cultural» que tendrían estos homininos.

Su vida en sociedad se caracteriza además por elementos que se conocen como propios de un comportamiento «moderno». Entre ellos, destaca la conciencia de la muerte, ya que los neandertales son los primeros humanos documentados en enterrar intencionadamente a sus fallecidos. Por otro lado, la organización compleja del espacio y la caza sistemática de grandes herbívoros, que demuestran una capacidad de coordinación y de previsión a largo plazo importantes (Rosas, 2010, p. 85).

Figura 2. Rango conocido de presencia neandertal a partir de sus restos óseos. Fuente.

¿Cómo desaparecieron?

La desaparición del neandertal comienza hace aproximadamente 45.000 años, localizándose las últimas evidencias de su presencia – hace 28.000 años – en el sur de la península ibérica (Rosas, 2010, p. 107). Pero, ¿a qué se debió tal desaparición? A día de hoy sigue sin haber una respuesta clara, por lo que en este apartado realizaremos un recorrido por las principales teorías, que hemos clasificado en tres grupos:

1)    Relación con el Homo sapiens

Una de las hipótesis más destacadas y apoyadas es la que afirma que una vez que ambas especies empezaron a compartir el mismo medio e interactuar entre sí, se habría producido un proceso de hibridación, mediante el cual el Homo neanderthalensis habría ido perdiendo su identidad genética a favor de la de los humanos anatómicamente modernos (Burton et al., 2011).

Figura 3. Comparación de cráneo sapiens (izquierda) y neandertal (derecha). Fuente.

Por otro lado, algunos autores como Houldcroft y Underdown (2016) defienden la idea de que un factor decisivo en la extinción sería la transmisión por parte de los Homo sapiens de ciertas enfermedades para las que el organismo de la especie contraria no estaba preparado. Así, toman como referencia el caso de las enfermedades que los europeos portaron a América durante la conquista.

En cambio, otras hipótesis se basan en la exclusión competitiva. Las evidencias de violencia en el registro arqueológico son escasas, pero esto no implica que se pueda descartar la posibilidad de conflictos entre sapiens y neandertales (Rosas, 2010, p. 114). Otra teoría más apoyada es la de Paul Mellars y Jennifer French (2011), en la que desarrollan la idea de que fue la dominación de mejores técnicas de obtención de recursos y procesado de alimentos lo que supuso la superioridad del Homo sapiens. Esta superioridad podría estar vinculada además con la domesticación del perro-lobo, ya que este animal sería utilizado para la caza, proporcionando un aporte extra de alimento; e incluso como animales de carga en algunos casos. Además, los perros podrían servir como forma de protección y alerta frente a peligros (Shipman, 2015). Todo esto en su conjunto supondría un factor determinante en la superioridad de esta especie frente al neandertal.

2)    Causas ambientales

Entre las hipótesis que más adeptos ha reclutado hasta ahora encontramos la que señala como causa de desaparición neandertal a un repentino cambio climático de la última glaciación al que esta especie no pudo terminar de adaptarse (Finlayson, 2010).

Sin embargo, es posible que el Homo neanderthalensis fuera borrado del mapa debido a unas erupciones volcánicas acaecidas de forma simultánea hace 40.000 años en la zona de la Cordillera Caucásica e Italia. Las erupciones habrían provocado una disminución de recursos que afectaría en su dieta, mientras que el Homo sapiens habría podido sobrevivir debido a la presencia de otros núcleos de esta especie en África y Asia (Golovanova et al., 2010).

3)    Causas fisiológicas

Existen dos teorías de menor popularidad pero que igualmente son interesantes de conocer. En primer lugar, algunos investigadores han llegado a plantear que la ingesta de algunos tejidos infectados a través del canibalismo fue la causa de la extinción de la especie. Estos tejidos serían neuronales, y su consumo continuado habría sido lo que provocaría que sus efectos adversos en el organismo se incrementaran, hasta el punto de ser letales (Rosas, 2010, p. 113).

Por último, gracias al Proyecto Genoma Neandertal son cada vez más los datos que conocemos acerca del ADN de esta especie. En sus estudios se han observado estrechas uniones familiares entre individuos del mismo grupo, lo que quizás pudo haber incentivado la aparición cada vez más frecuente de mutaciones que afectaran negativamente a la supervivencia del Homo neanderthalensis (Rosas et al., 2015, p. 84 – 85).

Conclusiones

La principal problemática que acontece con respecto a todas estas teorías es la falta de pruebas concluyentes en el registro arqueológico. Es el caso por ejemplo de aquellas teorías desarrolladas bajo la idea de una competición entre sapiens y neandertales, ya que su coexistencia en un mismo espacio sigue sin verse bien reflejada y, en el caso de que así fuera, esto no supondría necesariamente una competición. En las variables ambientales es igualmente difícil de precisar el grado de impacto que tuvieron realmente sobre estas sociedades, y lo mismo ocurriría con las teorías relacionadas con motivos de carácter fisiológico.

Habiendo hecho esta breve panorámica, podríamos acabar concluyendo que probablemente las causas de la extinción del Homo neanderthalensis sean varias, aunque aún no es posible definir el nivel de implicación de cada una de ellas. Lo que sí está claro es que el paradigma ha experimentado un gran cambio con respecto al inicio de los estudios sobre esta especie, abriéndose a nuevas propuestas que dejan por fin a un lado la estereotipada imagen de una especie bruta y sin inteligencia.

Bibliografía

Burton, C. M., Riel-Salvatore, J., Anderies, J. M., & Popescu, G. (2011). Modeling human ecodynamics and biocultural interactions in the late Pleistocene of western Eurasia. Human Ecology, 39(6), 705-725.

Finlayson, C. (2010). El sueño del neandertal. Crítica.

Golovanova, L. V., Doronichev, V. B., Cleghorn, N. E., Koulkova, M. A., Sapelko, T. V., & Shackley, M. S. (2010). Significance of ecological factors in the Middle to Upper Paleolithic transition. Current Anthropology, 51(5), 655-691.

Houldcroft, C. J., & Underdown, S. J. (2016). Neanderthal genomics suggests a pleistocene time frame for the first epidemiologic transition. American journal of physical anthropology, 160(3), 379-388.

Mellars, P., & French, J. C. (2011). Tenfold population increase in western europe at the neandertal–to–modern human transition. Science, 333(6042), 623-627.

Rosas, A. (2010). Los neandertales. Centro Superior de Investigaciones Científicas.

Rosas, A., Estalrrich, A., García-Tabernero, A., Huguet, R., Lalueza-Fox, C., Ríos, L., & Rasilla, M. D. L. (2015). Investigación paleoantropológica de los fósiles neandertales de El Sidrón (Asturias, España). Cuaternario y Geomorfología, 29(3-4), 77-94

Shipman, P. (2015). The invaders: how humans and their dogs drove Neanderthals to extinction. Harvard University Press.

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