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Vasos canopos: protectores de las vísceras en el Antiguo Egipto

En la religión egipcia, las personas estaban formadas por cinco componentes: el cuerpo, el Ba, el Ka, la sombra y el nombre. Estos elementos, especialmente los tres primeros, debían ser preservados para el correcto funcionamiento de la vida en el más allá. Es por ello que desde muy temprano los egipcios empezaron a desarrollar la práctica de la momificación, para así preservar la integridad del cuerpo en esa nueva etapa.

Dentro de este ritual funerario, destaca desde muy pronto la necesidad de extraer las vísceras del cuerpo y almacenarlas en recipientes que se depositaban en el interior de las tumbas. Se trataba de cuatro vasijas o urnas, conocidas como vasos canopos, donde se guardaban el hígado, los pulmones, el estómago y los intestinos. El corazón, por el contrario, debía mantenerse en el interior del cuerpo, ya que era la fuente de la razón, la memoria y los sentimientos de la persona (Garzón Rodríguez, 2016, p. 118).

Figura 1. Vasos canopos de Tutankhamon en cofre de alabastro. Fuente.

Primeros testimonios y evolución de la iconografía

La primera evidencia que tenemos del equipamiento canópico proviene de la tumba de la reina Hetepheres en Giza, de la IV Dinastía (2613 – 2494 a.C.), dotada de un cofre de alabastro dividido en cuatro compartimentos para cada uno de los órganos (Pons Mellado et al., 2018, p. 393). En un principio la tapa de estos vasos sería plana, pero con el paso del tiempo irán evolucionando a la par que las técnicas de momificación. Así, en el Primer Periodo Intermedio (2190 – 2050 a.C.) observamos que las tapas tomarán forma de cabezas humanas, mientras que durante el Reino Nuevo, a partir de la XVIII Dinastía (1575 – 1295 a.C.), adoptarán la morfología asociada a la iconografía de los cuatro hijos de Horus (Onderka, 2022, p. 151).

Figura 2. Vaso canopo con tapa en forma de cabeza humana. Fuente.

Los hijos de Horus eran considerados divinidades protectoras asociadas a cada uno de los órganos eviscerados del fallecido. Amset era el protector del hígado, representado con cabeza humana; Hapy, con cabeza de babuino, protegía los pulmones; Duamutef preservaba el estómago bajo la apariencia de un chacal; y Qebehsenuf, con forma de halcón y protector de los intestinos (Pons Mellado et al., 2018, p. 393). No obstante, esta asociación presenta variaciones, sobre todo a partir del Tercer Periodo Intermedio (1070 – 650 a.C.), donde podríamos encontrar el intercambio de roles entre Duamutef y Hapy, por ejemplo (Enany, 2021, p. 73).

Los cuatro hijos de Horus, además, se encontraban tutelados por las diosas Isis, Neftis, Selkis y Neit, asociadas a cada uno de los ya antes mencionados respectivamente. De esta manera, la protección de los órganos se veía reforzada a través de la magia de las divinidades mencionadas (Garzón Rodríguez, 2016, p. 120). También tenía especial relevancia la orientación de los vasos, ya que cada hijo estaba relacionado con un punto cardinal, con la intención de que el cuerpo estuviera protegido frente a todo tipo de ataques desde cualquier parte. Así, Amset era el señor del sur, Hapy del norte, Duamutef del este y Qebehsenuf del oeste (Garzón Rodríguez, 2016, p. 119), siendo colocados en esta disposición en la tumba del individuo.

Figura 3. Conjunto de vasos canopos. Fuente.

A finales del Reino Nuevo (1550 – 1070 a.C.) y sobre todo durante el Tercer Periodo Intermedio la manera de preparar y conservar las vísceras se verá modificada. La costumbre de colocar los órganos internos en el interior de los vasos canopos comienza a perderse a favor de volver a introducirlos en el cuerpo del fallecido, una vez que hubieran sido debidamente momificados (Onderka, 2022, p. 151). Esto ha sido observado, por ejemplo, en el cuerpo del faraón Ramsés V, de la XX Dinastía (1190 – 1070 a.C.) (Enany, 2021, p. 74). En teoría, esto provocaría que los vasos canopos quedasen desfasados o inservibles, pero pese a ello siguen introduciéndose en las tumbas. El equipamiento canópico, aunque vacío, seguirá ejerciendo una función de protección mágica como parte del ajuar funerario (Onderka, 2022, p. 151).

En el Periodo Tardío, y especialmente durante las dinastías XXVI (664 – 525 a.C.) y XXVII (525 – 404 a.C.), observamos que la tendencia de preservar los órganos en este equipamiento regresa, aunque con excepciones. Finalmente, será en época ptolemaica cuando se observe su decadencia, siendo en el periodo de ocupación romano cuando los vasos canopos desaparezcan por completo del registro arqueológico en Egipto (Onderka, 2022, p. 151).

Conclusiones

Los vasos canopos fueron un elemento muy importante dentro de la cultura funeraria del Antiguo Egipto, siendo necesaria su presencia incluso mucho después de desestimarse su utilidad inicial, como era la de preservar los órganos internos.

Además, dentro de la cultura material son objetos de gran interés, ya que nos permiten vislumbrar momentos en los que parecen darse cambios de pensamiento en la sociedad egipcia en general y con respecto a los rituales funerarios en particular. Por un lado, tenemos los cambios en la iconografía, como es la adopción del aspecto humano en la forma de las vasijas, seguido de la transformación a los hijos de Horus. Y por otro, la evidencia de que, a partir de cierto momento, los vasos canopos pasan a un segundo plano debido a la tendencia de colocar los órganos de nuevo en el interior del difunto. Esto podría reflejar un mayor interés en mantener el cuerpo lo más íntegro posible.

Bibliografía

Enany, A. (2021). Funerary Figurines of the Four Sons of Horus from Bab el Gusus. JFTH, 18 (2), 72 – 97.‎

Garzón Rodríguez, J. (2016). Los cuatro hijos de Horus. ArtyHum, 26, 113 – 121.

Onderka, P. (2022). Inscribed canopic jars in the Czech collections. Annals of the Náprstek Muzeum, 43 (2), 149 – 182.

Pons Mellado, E., Badillo, S., Carrascoso, J., & de Vega, V. M. (2018). Momias humanas egipcias. Un viaje en el tiempo, del País del Nilo al Museo Arqueológico Nacional. Boletín del Museo Arqueológico Nacional, (37), 391 – 408.

2 comentarios en “Vasos canopos: protectores de las vísceras en el Antiguo Egipto”

  1. Un artículo claridificador para los no entendidos sobre los vasos canopos en los ritos funerarios egipcios.
    Lo breve y bueno… Dos veces bueno.
    Benito Ferreiro

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