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Mozambique: bastión terrorista en el sur de África

Una ola de yihadismo se extiende por Mozambique y amenaza a Tanzania y a todo el sur de África sin unas expectativas reales de paz. Ansar Al Sunna es responsable de cerca de 3.000 muertes y 700.000 desplazados en el norte del país mozambiqueño, así como de abusos a mujeres, secuestros, destrucciones de hospitales y escuelas y una larga lista de violaciones de Derechos Humanos.

Ansar Al Sunna es conocido en Mozambique como Al Shabaab (como nos referiremos a partir de ahora) y cuya traducción sería «los jóvenes». Pese a compartir nombre con otro grupo yihadista asentado en Somalia, hemos de aclarar que son dos entidades totalmente autónomas y distintas entre sí. Se caracterizan por ser especialmente crueles con la población civil y son muchas las ONGs que ya han condenado estas violaciones masivas de Derechos Humanos. Además, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado el reclutamiento de niños soldados para la organización: «the armed group, known locally as Al-Shabab, has abducted hundreds of boys, some as young as 12, trained them in bases across Cabo Delgado province, and forced them to fight alongside adults against government forces» («Mozambique: ISIS-linked Group Using Child Soldiers», 2021). Estas acusaciones han sido desmentidas por Al Shabaab, que asegura no reclutar a ningún varón menor de 15 años ni a nadie contra su voluntad. No obstante, lo que no deja lugar a dudas es que las acciones violentas están haciendo de Mozambique un país cada vez más inseguro, violento, caótico e inestable.

Habitantes de Cabo Delgado, Mozambique. Fuente: Tony Blair Institute for Global Change

Al Shabaab de Mozambique se encuentra localizado en la región norteña de Cabo Delgado, donde perpetran los ataques terroristas, mayoritariamente en las ciudades de Mocímboa da Praia y Palma. Históricamente, esta ha sido la provincia más pobre del país y la que alberga el mayor número de musulmanes (alrededor de un 60% del 18% que hay en todo el país). A ello se suma la rivalidad étnica entre los mwanis, una mayoría musulmana seguidora de RENAMO, una rebelión guerrillera, y los makondes, cristianos ubicados en el interior de la región y partidarios de FRELIMO, el partido del Gobierno (Díez Alcalde, 2021). Esta paupérrima situación de los locales de Cabo Delgado choca con la riqueza natural de su tierra; su abundante fuente de gas es capaz de seducir a las potencias mundiales y que estas se aventuren a su explotación. Además, la reciente guerra de Ucrania ha intensificado la búsqueda por parte de los países europeos de nuevos proveedores de gas natural, y es que este recurso cuenta con «cantidad suficiente para convertir a Mozambique en la principal potencia africana de este recurso y en uno de los grandes productores y exportadores mundiales de gas. Los beneficios económicos estimados por el Gobierno cuadruplicaban el producto interior bruto del país (Sanjuán Martínez, 2021)». El gobierno central terminó por conceder a la empresa gasística Total, de origen francés, el permiso para explotar el recurso natural.

Esta cotizada reserva de gas natural podría impulsar a Mozambique a convertirse en una potencia, pero el terrorismo yihadista ha terminado por ahuyentar al capital extranjero. Algunos locales de Cabo Delgado y los terroristas de Al Shabaab entendieron que el proyecto gasístico no les garantizaba que los beneficios económicos repercutieran en la región y que, además, las empresas extranjeras pondrían en peligro su modo de vida tradicional, así como la agricultura y la pesca de Cabo Delgado. Con esta premisa, en marzo de 2021 los yihadistas ocuparon Palma, la ciudad desde donde la maquinaria francesa de Total extraía el gas. Al Shabaab asedió Palma, llevó a cabo decapitaciones entre los civiles y destruyó numerosas propiedades. Debido a la poca repercusión mediática, no podemos estimar el número real de muertes. Tras el ataque yihadista, cerca de 17.000 personas tuvieron que dejar sus hogares; al igual que la macroempresa gasística, que cerró su sede y abandonó la región.

Atentados registrados en la región de Cabo Delgado en los últimos tres años. Fuente: Departamento de Seguridad Nacional

Sin embargo, este atentado no es el origen de Al Shabaab. Nos retrotraemos a octubre de 2017, a Mocímboa de Praia, cuando se produce un ataque a múltiples dependencias policiales, saqueos a negocios locales que dejan como resultado un total de 17 víctimas mortales. Mocímboa de Praia quedó ocupada por unos asaltantes, hasta entonces, desconocidos. Pasaron unos días hasta que Ansar Al Sunna se atribuyera el ataque, lo que dio inicio a una ola de terrorismo en la zona septentrional de Mozambique.

Aunque hemos señalado que el descontento social en el país ha sido el germen de Al Shabaab, es oportuno abordar de dónde surge ese caos. Desde la independencia de Portugal en 1975, Mozambique no ha experimentado prácticamente ningún periodo de paz y estabilidad. El país se ha visto sumergido en una situación de pobreza extrema, corrupción y violencia. Solo dos años después de lograr la independencia, Mozambique experimentó una guerra civil que sufrió hasta 1992, año en el que se firma un acuerdo de paz. Los contendientes enfrentados eran el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) y la Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO). Desde el mencionado tratado de paz firmado en Roma, el único gobierno que ha conocido Mozambique ha sido el de FRELIMO, caracterizado por sus políticas corruptas y abusivas especialmente contra la provincia de Cabo Delgado, cuna de Al Shabaab.

En 2015, Filipe Nyusi fue elegido presidente y reelegido cuatro años después «tras una campaña electoral marcada por el nuevo Acuerdo de Paz y Reconciliación Nacional de Maputo, y en la que la preocupante situación que atravesaba el norte del país, cada vez más asfixiado por la insurgencia rebelde, el extremismo yihadista y la represión gubernamental, fue completamente ninguneada» (Díez Alcalde, 2021). Es por ello que la figura de Nyusi es un factor determinante en el desarrollo de los atentados terroristas de Cabo Delgado. Lejos de lo que se pueda esperar, el presidente mozambiqueño rechazó durante un largo periodo de tiempo cualquier tipo de ayuda externa para combatir el terrorismo de su país. Durante demasiado tiempo, Filipe Nyusi negó la gravedad de las acciones terroristas, infravaloró la violencia de los militantes de Al Shabaab y se limitó a lanzar mensajes de tranquilidad. Además, aseguró que los ataques venían del exterior. La táctica del político mozambiqueño era la de extrapolar al país y, más concretamente, al resto del mundo la idea de que la situación en la región norteña de Cabo Delgado estaba bajo control.

Sin embargo, ¿por qué rechazaría un presidente ayuda internacional para combatir el terrorismo que está sembrando de muerte y destrucción su país? Para saberlo, tendremos que esperar al siguiente artículo.

BIBLIOGRAFÍA

Costa Estrelado, V. L. (2021). Relatório de estágio na Direção de Serviços das Organizações Políticas  Internacionais da Direção Geral da Política Externa Portuguesa [Tesis]. Universidade Nova de Lisboa.

De la Corte Ibáñez, L. (2017). Cuando el Estado Islámico perdió su Estado. Un análisis estimativo sobre los efectos más probables del fin del poder territorial del Daesh. Instituto Español de Estudios Estratégicos. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2017/DIEEEO111-2017_EI_Raqqa_LuisdelaCorte.pdf

Díez Alcalde, J. (2021, septiembre). MOZAMBIQUE: la expansión del yihadismo en el sur de África. Revista Española de Defensa. Recuperado 15 de noviembre de 2022, de https://www.dsn.gob.es/es/documento/mozambique-expansi%C3%B3n-del-yihadismo-sur-%C3%A1frica

Mozambique: ISIS-linked Group Using Child Soldiers. (2021, 29 septiembre). Human Rights Watch. https://www.hrw.org/news/2021/09/29/mozambique-isis-linked-group-using-child-soldiers

OIET. (2021). El Estado Islámico en África Central toma el control de la localidad mozambiqueña de Palma. En Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo. Recuperado 15 de noviembre de 2022, de https://observatorioterrorismo.com/noticias/el-estado-islamico-en-africa-central-toma-el-control-de-la-localidad-mozambiquena-de-palma/

Sanjuán Martínez, C. (2021, 21 marzo). Terrorismo yihadista en Mozambique. Instituto Español de Estudios Estratégicos. Recuperado 15 de noviembre de 2022, de https://www.ieee.es/publicaciones-new/documentos-de-opinion/2021/DIEEEO31_2021_CASSAN_Mozambique.html

Unión Europea. (2021). EUTM Mozambique [Comunicado de prensa]. https://www.eeas.europa.eu/eutm-mozambique_en?sFuente=4411

  • Amanda Osuna Perez

    Graduada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y, actualmente, cursando el Máster de Periodismo Internacional en la Universidad Rey Juan Carlos. Mi principal interés es la historia mundial del siglo XX y su imbricación en la geopolítica actual. Autora del podcast PANGEA, en el que analizo y trato de explicar la actualidad internacional. En diciembre de 2018, publiqué mi primera novela histórica ambientada en la Primera Guerra Mundial: «Desde mi trinchera».

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