ArqueoTimes.es

La Preponderancia de la Monarquía Hispánica en el S. XVI

Cuando aludimos a los Austria, nos referimos a la familia que reinó en España desde 1516 a 1700, el año en el que muere el último miembro real de este linaje y, por consiguiente, hace referencia a una de las casas más poderosas e influyentes que reinaron en Europa en la Edad Moderna. Pues centrándonos en el siglo XVI hablamos por antonomasia del momento de mayor esplendor de la Monarquía Hispánica. Tuvo su inicio en la figura de los Reyes Católicos que dejaron el camino bien dispuesto para sus descendientes. Destacaremos las figuras de dos monarcas que fueron de tal importancia para este período fastuoso: Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico y su hijo Felipe II. Ambos son los grandes protagonistas de la monarquía hispánica en el siglo XVI. Por lo tanto, la hegemonía de la casa de Austria en Europa se daría entonces desde el reinado de Carlos I (1516-1556), hasta el reinado de los Austrias Menores en la figura de Felipe III.

En cuanto a la figura de Carlos I de España y V del Sacro Imperio (1500 – 1558) hay que decir que llegó joven a España, acompañado de sus consejeros flamencos y que durante su reinado tuvo que hacer frente a innumerables problemas, tanto internos como externos. Debido a su linaje tanto materno como paterno. Por un lado, de sus abuelos maternos, los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón), heredó las Coronas de Castilla y Aragón, junto con sus posesiones fuera de la península Ibérica, como los territorios en el Mediterráneo y las recién descubiertas tierras en América. Por otro lado, de sus abuelos paternos, Maximiliano I y María de Borgoña, heredó el archiducado de Austria y los Países Bajos. Además, fue elegido como sucesor de su abuelo en el Sacro Imperio Romano Germánico.

Durante su reinado, Carlos V tuvo que lidiar con una serie de problemas internos y externos. En cuanto a los problemas internos, enfrentó la rebelión de los comuneros y las germanías, mientras que en el exterior, su batalla constante con Francia por la supremacía europea le llevó a un vaivén de victorias y derrotas. Un hito clave fue la captura del rey francés tras la batalla de Pavía, que elevó a la monarquía hispánica a una posición dominante en Europa. Sin embargo, su reinado también estuvo marcado por conflictos con el Papa Clemente VII y la Liga de Cognac, el saqueo de Roma por sus tropas mercenarias, la amenaza constante del Imperio Otomano al catolicismo, y la creciente marea del protestantismo en Alemania (Bennassar, 1998).

Figura 1. Carlos V a caballo en Mühlberg. Tiziano (1548). Fuente. Licencia: Dominio Público.

 Mientras tanto, su hijo Felipe II de España (1527 – 1598) albergó el mayor poder territorial conocido del momento, ya que heredó la corona española y más tarde obtuvo la corona de Portugal. Felipe II, subió al trono tras la abdicación de su padre, pero más allá de albergar un colosal territorio, Felipe II, a lo largo de su vida tuvo que hacer frente a innumerables problemas con las monarquías europeas, ya que continuaron las hostilidades de España y Francia. En cuánto al Imperio otomano, la Monarquía Hispánica formó la Liga Santa con las potencias italianas para hacerles frente. En 1571, liderada por España y con otros países católicos, consiguieron una victoria destacada en la batalla de Lepanto y frenar así el avance musulmán hacia Europa.

Pero el verdadero problema que tuvo Felipe II y que le acarreó una larga contienda fue la guerra en los Países Bajos, que duró ochenta años y que desgastó demasiado a la Monarquía Hispánica. Los Países Bajos recibieron apoyo continuamente de Isabel I de Inglaterra. Tal fue la rivalidad que mantuvieron España e Inglaterra que Felipe II trató de invadir Inglaterra pero su armada sufrió una dura derrota por el angosto temporal que hubo en esos momentos. Los ingleses se la atribuyeron como una victoria de mérito y, por tanto, histórica (Parker, 2011). 

Figura 2. Retrato de Felipe II. Pintura de Sofonisba Anguissola (1565). Fuente. Licencia: Dominio Público.

Analizando las figuras de estos dos reyes, algunos historiadores los consideran entre los monarcas más destacados e influyentes de la historia de la Corona española, aunque también han sido objeto de críticas. En mi opinión, cada uno dejó un legado particular, y sus políticas y decisiones han sido interpretadas de manera diversa por los estudiosos a lo largo del tiempo.

En el caso de Carlos I, a su llegada a España, no dominaba el castellano, pero el hecho que más me llama la atención y por el que es muy criticado por los contemporáneos (Barreira, 2019; Díaz, de Tuesta, 2000), es el hecho de haber mantenido el encierro de su madre, la reina Juana I en Tordesillas, alegando que tenía una enfermedad mental que la imposibilitaba para gobernar (Fernández Guisasola, 2022). Carlos V no heredó automáticamente el título imperial tras la muerte de su abuelo Maximiliano I. En su lugar, tuvo que asegurar su elección mediante una estrategia financiera, es decir, recurrió a grandes sumas de dinero provenientes de las arcas de Castilla (Carretero Zamora, 2023).

Sus fracasos fueron sus luchas contra Francisco I de Francia, que como mencioné anteriormente dejaron a España unos días en la gloria y otros días al borde del colapso (Jiménez Zamora, 2016). Pero verdaderamente su fracaso personal fue la de no poder restablecer la fe católica en Europa, en su lucha contra los príncipes protestantes, esto hubiera cambiado seguramente si el Imperio otomano no hubiera surgido en esos momentos en Europa. Finalmente, debemos alabar la figura de este monarca ya que entre sus labores más destacadas fue la de emprender en el Nuevo Mundo la organización administrativa, con los virreinatos y audiencias e instituciones eclesiásticas.

En cuanto a Felipe II, diferente a la actitud guerrera de su padre, fue el rey burócrata, ya que estuvo la totalidad de su vida dirigiendo el imperio desde la corte y en la que sólo abandonó España en cuatro ocasiones (Bennassar, 1998b). Conocido por algunos como un monarca arquetipo de virtudes y por sus enemigos de ser una persona con un ansia de poder categórica y por su ferviente fe católica y es de esto último de donde se aprovecharía Inglaterra y las Provincias Unidas para inventar una imagen del monarca que más tarde contribuiría significativamente a la Leyenda Negra (Rodas Romero, 2023; Rodas Romero 2024).

En cuanto a Felipe II, el conflicto con las Provincias Unidas, también conocido como la Guerra de los Ochenta Años (1568 – 1648) abarcando no solo el reinado de Felipe II sino también el de sus sucesores. El conflicto drenó enormes recursos de las arcas españolas, contribuyendo a las crisis financieras del reino. La guerra fue un factor determinante en las suspensiones de pagos de la Corona española, ocurridas en 1557, 1575 y 1596.

Esta contienda perjudicó gravemente la disminución del comercio de lana con los Países Bajos y afectó gravemente la economía castellana, ya que era una fuente importante de ingresos. Y segundo, el fracaso de la conquista de Inglaterra, que causó innumerables bajas materiales y personales.

Después de la muerte de Felipe II, empezaría el declive de la Monarquía Hispánica en Europa a través de los conocidos como Austrias «menores», y que como mencioné al inicio de este escrito, llegaría a su fin la rama española de los Austria en 1700 con la muerte sin descendientes de Carlos II. Con ello se llegaba al fin de una época que se inició como uno de los períodos más absolutamente preponderantes a otro inhóspito y decadente, aunque brillante culturalmente (siglo de Oro) (Bennasar, 2010).

Figura 3. Carlos V y Felipe II. Antonio Arias Fernández (c. 1640). Fuente. Licencia: Dominio Público. 

Es difícil a día de hoy, hacer una valoración de lo que conlleva la grandeza que poseyó en su época la Monarquía Hispánica. Podemos decir que fue una de las etapas más importantes, ya que el poder territorial que alcanzaron los reyes de la Casa de Austria convirtió a esta dinastía en una de las más temidas, respetadas y envidiadas de su tiempo. Sin embargo, este vasto poder territorial también conlleva a la ruina económica de la Corona, debido a las constantes guerras necesarias para preservar su patrimonio. Al mismo tiempo, esta expansión impulsó avances tecnológicos y permitió el descubrimiento de nuevos territorios en el Nuevo Mundo, así como la creación de instituciones para proteger los derechos de los indígenas.

Bibliografía

Barreira, D. (2019). Geoffrey Parker: «Pongo a Carlos V en la cima de la Historia de España, pero era un cobarde moral». El español. https://www.elespanol.com/cultura/historia/20190211/geoffrey-parker-pongo-carlos-historia-espana-cobarde/375212800_0.html 

Bennassar, J. B. (1998a).Una potencia a escala mundial: el imperio de Carlos V. Akal.

Bennassar, J. B. (1998b). La España de Felipe II. Akal.

Bennassar, J. B. (2010). La España de los Austrias (1516-1700). Booket.

Carretero Zamora, J. M. (2023). Razones y dineros: los conflictos de la Monarquía Hispánica ante las cortes castellanas de Carlos V (1518-1532). En J. M. Carabante Muntada (Ed.), La configuración de la Monarquía Hispánica (pp. 37-60). Dykinson.

Díaz, de Tuesta, M. J. (2000). Un centenar de historiadores revisa la figura de Carlos V, un rey «poco conocido». El País. https://elpais.com/diario/2000/07/04/cultura/962661607_850215.html

Fernández Guisasola, L. F. (2022). Juana I, ¿reina propietaria, nominal, honoraria? Dificultades jurídicas de la sucesión de los Reyes Católicos. Hidalguía: la revista de genealogía, nobleza y armas, 391, 633-662.

Jiménez Zamora, I. (2016). La rivalidad entre Carlos V y Francisco I: el desencuentro permanente desde la corte de la emperatriz. III Encuentro de Jóvenes Investigadores. Universidad de Valladolid y Fundación Española de Historia Moderna.

Parker, G. (2011). La gran armada: La mayor flota jamás vista desde la creación del mundo. Planeta.

Rodas Romero, D. (2023). La leyenda negra española. Subjetividad histórica. ArqueoTimes, 6, 20-22.Rodas Romero, D. (2024). La leyenda negra española. Subjetividad histórica. ArqueoTimes, 9, 15-18.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *