Prosiguiendo la labor conjunta que los coordinadores de esta obra iniciaran en 2020 con Grandes Temas del Western y que prosiguieran este mismo año con un tomo dedicado al cine fantástico, así como motivados por el éxito de su obra fundacional, aparece en 2022 este ensayo, que en sus casi 300 páginas propone un repaso por las temáticas y condicionantes históricos que se desarrollan en el cine noir, centrándose en el de los cuarenta y cincuenta, pero tratando igualmente las manifestaciones hollywodienses e internacionales vinculadas al género tratado (Gánsteres, thriller, polar, poliziesco, noir japonés, policíaco, mafiosos, espionaje, hibridaciones y neo-noir).
Repiten un gran número de colaboradores, iniciando la obra con una suerte de preámbulos que explican su finalidad, las trayectorias de los autores y, en cierto modo, las pretensiones del trabajo. Así, indica Quim Casals en su prefacio que la metodología consistirá en «diseccionar el género a partir de dos grandes ejes temáticos, la condición humana […] y el contexto social» (Prunera et al, 2022, p. 8).
Sin llegar a dar una definición del género, se parangonan ciertos rasgos de éste con el western, justificando en cierto modo el raccord editorial: genuinamente norteamericanos que se expanden a Europa, esplendorosos en época clásica y vinculados a la historia norteamericana, inmediata para el caso del noir. La misión imposible de acotar el cine negro brinda una doble oportunidad al prologuista: en primer lugar, la de ejecutar un breve estado de la cuestión en el que, sin nombres, se sintetizan las principales tendencias a la hora de definir hoy el género, así como se alude al buen número de literatura académica vinculada a éste. En segundo lugar, para incidir en que los colaboradores lo son independientemente de su posicionamiento en las citadas teorías. El cine negro es algo más que un género, una cosmovisión, un estado anímico que puede tender a la hibridación con otros géneros.
Un índice temático será de gran ayuda al lector interesado en recorrer un aspecto concreto del cine negro, permitiéndole cada capítulo, por su esquema de tema, película representativa y ensayo (que ampliará sobremanera la filmografía expuesta). Su orden será alfabético y no cronológico, y será visible un enfoque predominantemente evolutivo-cronológico, partiendo del origen y nacimiento de lo tratado y analizando sus transformaciones. Cada capítulo abrirá con un diálogo o frase de filme y en ocasiones se citarán autores del mundo académico, lo que no será requisito sine qua non para la exposición, permitiendo una prosa fluida y asomando más la idea subjetiva y la cinefilia que la ausente nota a pie de página, de ahí que todo capítulo carezca de un apartado bibliográfico en sí mismo. En definitiva, destacará su carácter pasional y divulgativo, a la par que culto, elaborado y con sustento, transmitiendo el conjunto la sensación de haber espectado, más que leído, un cinefórum.
Prueba de la subjetividad y del peso de cada autor serán los listados de filmes favoritos del género que acompañan lo escrito por cada uno de ellos. Será la más citadas Perdición (Wilder, 1944), y quedará patente el gusto por Fritz Lang, John Huston o Billy Wilder, predominando las décadas de 1940 y 1950 en la mayoría de relaciones, lo que no evitará la aparición de obras posteriores bajo la dirección de Polanski, Altman, Leone o Lynch.
Entre los temas-capítulos destacan el «Alcohol» (Márquez Sánchez), en el que se traza el origen del alcoholismo (literatura noir) y su evolución desde la Ley Seca, de la que nacerá el cine de gánsteres. Serán interesantes el castigo del bebedor, el vínculo whisky-soledad como imprescindible de la iconografía noir, la división que propone el autor de los bebedores en tres tipos o las diferencias en el tratamiento de alcohol y gastronomía entre literaturas y cinematografías, caso del papel redentor en el noir mediterráneo. Concluirá añadiendo que, pese a que lo políticamente correcto haya casi expulsado al tabaco de la pantalla, el alcohol sigue siendo un elemento de ambientación, como sigue siendo el caso de Bond, con su media de cinco tragos por cinta.
A la hora de tratar los «Bajos fondos» (Soldevila), se analiza su plasmación a lo largo de la historia del género, partiendo del ejemplo silente de Von Sternberg (Figura 2) y finalizando con la redefinición estructural del gánster. Sin citas directas, será de los capítulos con mayor cantidad de alusiones a estudiosos e historiadores del cine. Merecen mención su análisis de las microsociedades que surgen en el extrarradio, del sueño americano como pesadilla y de la estética empleada para la representación del bajo fondo, de la que rechaza su realismo para sintetizar que es deudora del expresionismo barroco y tenebrista, centrándose en la noche, la densidad atmosférica y la iluminación dramática y conceptual. Por décadas, destacarán en la de 1930 el tópico de la infancia en los bajos fondos como condicionante vital, seguido de la corrupción policial vinculada a la Ley Seca y la nostalgia por la infancia. Para las décadas de 1940 y 1950 la dicotomía campo-ciudad, con la consecuente metonimia corrupción-pureza e incluso la confluencia de rasgos románticos, mientras que para el final del cine negro aparecerá la redefinición del gánster.
La «Femme Fatale» será tratada por Sintu Amat, que tras una breve genealogía del vínculo mujer-mal, analizará el recorrido del tópico en las décadas de 1940 y 1950, el impacto del Código Hays (y de su caída) y algunos ejemplos destacados. Considerando como primer ejemplo el de Mary Astor en El Halcón Maltés (Huston, 1941) y a la straight girl como contraejemplo, lo más interesante será la ramificación que de la mujer fatal hace el autor, dividiéndola en femme fatale codiciosa, aquella que persigue un fin, y falsa femme fatale, cuyo principal objetivo será el amor. Evidentemente, da fundamento a cada uno y coloca como ejemplo de falsa el de Gilda (Vidor, 1946). Concluirá narrándonos como la caída del código de autocensura hollywodiense ha permitido una femme fatale liberada, vengativa, explícitamente infiel y erótica e incluso capaz de triunfar, sobreviviendo el tópico al género e incluso resurgiendo en otros.
Otros capítulos de la obra serán, en orden de presentación: ambición, boxeo, cárcel, corrupción, desencanto, detective privado, falso culpable, fatalidad, gansters, Gran Depresión, Guerra Fría, huida, juego, literatura, mestizaje, música, Neo-Noir, noche, perdedores, policías, prensa, redención, robos y atracos, soledad (uno de los últimos textos de Fernando Marías), traición, traumas del pasado, villanos y violencia.
Bibliografía
J. Prunera, X., Casals, Q., Nasarre, Ll., Amat, S. (2022). Grandes Temas del cine negro. Dolmen Editorial.
