La arqueología y la antropología forense son disciplinas que convergen en la búsqueda de respuestas sobre la identidad humana a partir del análisis de restos óseos. Su relevancia se ha fortalecido en contextos judiciales, investigaciones sobre violaciones de derechos humanos y reconstrucciones históricas. Mientras que la arqueología forense aporta metodologías para la localización y excavación de restos, la antropología forense analiza sus características biológicas para identificar a los individuos y determinar posibles causas de muerte.
En las últimas décadas, la colaboración entre estas ciencias ha resultado fundamental en el esclarecimiento de crímenes y desapariciones, permitiendo no solo la reconstrucción de eventos del pasado, sino también la entrega de respuestas a familias y comunidades. A través del uso de tecnologías avanzadas y enfoques interdisciplinarios, estos campos han evolucionado para enfrentar los desafíos asociados a la identificación humana en escenarios complejos.
Este artículo explora la intersección entre ambas disciplinas, destacando su papel en la recuperación y análisis de restos humanos, así como los desafíos y oportunidades que enfrentan en el ámbito forense.

Antropología forense, identidad en los huesos
La antropología forense se centra en el análisis biológico de los restos humanos recuperados, aplicando una combinación de técnicas para la observación de características óseas, genéticas y dentales que lleven a la identificación de los individuos.
Los antropólogos forenses, conocidos como los «intérpretes de los muertos», se encargan, a través de la observación minuciosa y la aplicación de diferentes métodos, de determinar características clave como la edad, el sexo, la estatura y el posible origen étnico de los restos. Además, colaboran con técnicas avanzadas de identificación genética, como es el caso del análisis de ADN mitocondrial. El principal objetivo de esta disciplina es devolverles la identidad a los restos óseos, incluso cuando estos están fragmentados o parcializados, brindando a los familiares la posibilidad de llevar a cabo el proceso de duelo, mientras, simultáneamente, se facilita el proceso de justicia gracias a la reconstrucción del proceso criminal (Huffschmid, 2015, pp. 195-200; Adams & Goliath, 2023, pp. 166-170).
Arqueología forense, más allá del terreno
La arqueología forense es un ámbito especializado de las ciencias forenses donde los arqueólogos no se limitan a la conservación y el análisis del patrimonio cultural, sino que extienden sus técnicas tradicionales de la arqueología hacia la investigación y recuperación de pruebas en contextos judiciales. Esto es posible gracias a la aplicación de métodos avanzados que permiten localizar e interpretar restos humanos, en muchos casos, en fosas clandestinas asociadas con desapariciones forzadas y crímenes masivos (International Commission on Missing Persons [ICMP], n.d.; Huffschmid, 2015, p. 196).
Este trabajo requiere de la aplicación de técnicas de excavación y análisis estratigráfico, fundamentales para preservar la cadena de custodia y garantizar la integridad de la evidencia en su contexto. Herramientas como el georradar y los registros detallados de los estratos además de otras señales asociadas al lugar del hallazgo permiten no solo localizar restos humanos, sino también interpretar características de la sepultura, la posible o posibles causas de la muerte y las circunstancias del entierro. Todas estas capacidades han hecho que la arqueología adquiera un papel importante en investigaciones de crímenes y de conflictos armados, contribuyendo de manera significativa al esclarecimiento de las violaciones de los derechos humanos (Márquez-Grant et al., 2011).
Interdisciplinariedad
El trabajo conjunto de arqueólogos y antropólogos forenses es esencial en investigaciones complejas. Las fuerzas policiales y los organismos judiciales requieren la participación de los arqueólogos para determinar la presencia o ausencia de más restos humanos o incluso la existencia de una fosa en el área de estudio. La combinación de diferentes metodologías es clave en el proceso de localización de restos humanos y se llevan a cabo utilizando:
- Análisis de anomalías en la vegetación y en el suelo con el uso de técnicas avanzadas.
- Imágenes aéreas o por satélite para identificar posibles ubicaciones de restos y/o fosas.
- Sensores como los georradares, que ayudan a detectar restos de manera no invasiva.
- Métodos químicos.
Por su parte, los antropólogos forenses son los responsables de identificar los restos óseos mediante la observación detallada de sus características:
- Establecen la naturaleza de los huesos, determinando si son humanos o pertenecen a huesos de animales.
- Llevan a cabo estimaciones de identificación como el sexo, la edad, la estatura…
- Identifican y clasifican los posibles traumas antemortem, perimortem y post mortem que pueden llevar a una posible determinación de la causa de la muerte.
- Realizan trabajos de reconstrucción facial si el antropólogo forense conoce las técnicas (Congram & Fernández, 2015).
En función de lo analizado hasta ahora podemos ver que la integración de ambas disciplinas permite la recuperación exhaustiva de evidencias en investigaciones de crímenes complejos y que ayudan a clarificar el contexto y los procesos postmortem de los restos encontrados. En algunos casos, los equipos interdisciplinarios incluyen también a biólogos y genetistas forenses, lo cual es esencial para establecer métodos que permitan el procesamiento de restos deteriorados mezclados (Schaefer & Black, 2007). Este enfoque ha sido empleado de forma exitosa en países como México o Bosnia, donde las desapariciones y los crímenes de lesa humanidad requieren de métodos precisos para la recuperación y el análisis de cuerpos en fosas comunes (Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas [ICMP], 2021).
Un grupo importante como es el EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) ha desarrollado metodologías que combinan técnicas arqueológicas y análisis antropológicos, lo cual une la excavación de campo con la identificación de restos y su investigación social. Se reivindica en estos campos el trabajo en equipo ya que anteriormente las investigaciones habían sido siempre individuales (Huffschmid, 2015, pp. 201).
Desafíos y limitaciones
Pese a los avances, ambas disciplinas todavía afrontan desafíos importantes. La ausencia de formación especializada en numerosos países genera restricciones en la disponibilidad en cuanto a expertos cualificados se refiere. Asimismo, existe una brecha en el reconocimiento del rol integral que desempeñan los arqueólogos y antropólogos en investigaciones judiciales, lo que afecta a la cooperación interdisciplinaria y a los resultados de investigación (Márquez Morfín, 2016).
Conclusiones
La arqueología y la antropología forense son más que disciplinas científicas: representan instrumentos para la transformación social. El poder que tienen para recuperar la dignidad y la voz de los desaparecidos las sitúa como pilares esenciales para la búsqueda de la justicia y la verdad. Conforme estas disciplinas progresan, es crucial garantizar su acceso a recursos, impulsar su crecimiento académico y promover su integración en sistemas jurídicos y sociales. Solo de esta manera se continuarán revelando historias y reconstruyendo vínculos entre el pasado y el presente.
Bibliografía
Adams, E. J., & Goliath, J. R. 2023. The Missing and the Marginalized: A Biocultural Approach to Forensic Anthropology at the US/Mexico Border. Humans, 3(3), 166–176. https://doi.org/10.3390/humans3030014
Congram, D., & Fernández, A. 2015. Introducción a la antropología y arqueología forense. Cuadernos De Antropología, 16, 47–57. https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/antropologia/article/view/20484
Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (ICMP). 2021. Arqueología y Antropología Forense. https://icmp.int/es/que-hacemos/ciencia-y-tecnologia/arqueologia-y-antropologia-forense/
Huffschmid, A. 2015. Huesos y humanidad. Antropología forense y su poder constituyente ante la desaparición forzada. Athenea Digital. Revista De Pensamiento E investigación Social, 15(3), 195–214. https://doi.org/10.5565/rev/athenea.1565
Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (ICMP). (n.d.). Arqueología y antropología forense. https://icmp.int/es/que-hacemos/ciencia-y-tecnologia/arqueologia-y-antropologia-forense/
Márquez-Grant, N., & Fibiger, L. (Eds.). 2011. The Routledge Handbook of Archaeological Human Remains and Legislation: An International Guide to Laws and Practice in the Excavation and Treatment of Human Remains. Routledge.
Márquez Morfín, L. 2016. La formación de antropólogos forenses en México: un camino en construcción. Estudios de Antropología Biológica, 16(1). https://revistas.unam.mx/index.php/eab/article/view/56701
Schaefer, M.C., & Black, S. M. 2007. Secuenciación de la unión epifisaria: ayuda en el reconocimiento y clasificación de restos mezclados. Revista de Ciencias Forenses, 52(2), 277-285.