En esta entrevista colectiva, conoceremos la experiencia de la comunidad que se encuentra detrás del Centru d’Investigación y Ecomuséu La Ponte cuya oficina se localiza en la Villa Tecnológica El Sabil (Villanueva de Santo Adriano, Asturias). Dirigida por Jesús Fernández Fernández de la Universidad de Oviedo, La Ponte es un ecomuseo y espacio de investigación centrado en temas diversos como la historia, la arqueología, los estudios culturales y del patrimonio y que es impulsado por personas vinculadas al territorio a través de actividades como itinerarios culturales, entre otros.
Desde 2013, organiza anualmente unas jornadas sobre Patrimonio Cultural en colaboración con diferentes universidades e instituciones públicas y privadas que prestan su apoyo y cooperación económica. En el año 2016 fue galardonada con el premio internacional Leading Culture Destination, en la categoría de Best Soft Power Cultural District. A esto se le suma que en 2019 ha sido uno de los galardonados con el premio Hispania Nostra a las Buenas Prácticas en la conservación del Patrimonio Cultural dentro de la categoría «Intervención en el Territorio o en el Paisaje».
Además de todo ello, el Centro cuenta con la publicación de la revista científica Cuadiernu, especializada en temas de patrimonio, museología social, memoria y territorio, que es de acceso abierto y se encuentra en versión impresa y online, con periodicidad anual.
- Lo primero que nos llama la atención es el término «ecomuseo», ¿qué significa realmente? ¿por qué esta denominación?» Responde Jesús Fernández Fernández.
Un ecomuseo es una forma singular de museo que en su denominación combina dos conceptos, el prefijo eco-, que proviene del griego oikos (casa, entorno), y museo, entendido como el espacio dedicado a la investigación, conservación, interpretación y transmisión del patrimonio. Así, un ecomuseo es literalmente un museo de la “casa”, entendiendo aquí casa como ese territorio histórico común que habita una comunidad. Entonces, a diferencia de los museos convencionales, el ecomuseo no se limita a un edificio ni a una colección de objetos, sino que se interesa por todo el patrimonio de un territorio: su patrimonio histórico, material e inmaterial, sus paisajes y, especialmente, por sus habitantes y sus saberes. Su objetivo es investigar, gestionar y difundir estos patrimonios desde una perspectiva social, sostenible y participativa.
En nuestro caso simplificamos la definición: el ecomuseo es una herramienta mancomunada de custodia del patrimonio y la memoria colectiva de un territorio.
Además de esto, entendemos el ecomuseo como una herramienta eficaz para hibridar la ciencia producida en el ámbito académico con las comunidades locales, sus patrimonios y saberes. Como espacio de producción de conocimiento, el ecomuseo genera nuevas preguntas y líneas de investigación que, en muchos casos, tienen una orientación muy aplicada. Esto exige poner en práctica ideas, ensayar metodologías y experimentar con formas de colaboración. Por eso nos referimos a él como un “proceso experimental”: un entorno de aprendizaje y reflexión sobre la práctica científica, que se desarrolla de forma recursiva y en diálogo constante con otras formas de conocimiento no académicas, incluidos el arte y los procesos de investigación artística. Ponemos en práctica eso que se ha dado en denominar “diálogo de saberes”.
Por todas estas razones hemos ido precisando nuestra denominación hasta la actual: Centro de Investigación y Ecomuseo La Ponte o Centru d’Investigación y Ecomuséu en asturiano.
- ¿Qué puede esperar un visitante al recorrer el Ecomuséu La Ponte? ¿Qué experiencias y actividades ofrece? Responde Carmen Pérez Maestro
Una de las características de La Ponte es que tiene un componente humano amplio y diverso, y esta condición hace que su potencial de conocimiento sea plural. La mayor parte de las actividades que ha realizado a lo largo de su recorrido desde el año 2013 están enmarcadas dentro de lo que se denomina la divulgación de la ciencia, aquellas destinadas a hacer el conocimiento científico accesible a la gente, ya que parte del trabajo que realizamos está inmerso en la academia. Pero también es un proyecto que reconoce desde dentro el saber local como método y forma válida de conocimiento con los que la ciencia realiza un diálogo horizontal y de igual manera es transmitido a través de sus actividades. Por otro lado, también realiza acciones de transferencia considerada como una práctica que está implicada con los modelos de innovación social. Podemos agrupar las distintas estrategias de divulgación y transferencia de conocimientos puestas en práctica por La Ponte en tres grandes bloques:
1) Itinerarios culturales orientados a difundir y divulgar los elementos del patrimonio local, así como la organización de talleres participativos relacionados con tradiciones locales;
2) La trasferencia de estudios patrimoniales en las jornadas culturales anuales y por medio de la edición de publicación Cuadiernu, revista internacional de patrimonio, museología social, memoria y territorio;
3) La propia orientación pública, comunitaria y abierta de las investigaciones llevadas a cabo desde el propio ecomuséu.
En cuanto al primer punto, para dotar de cierta coherencia y articulación a los diversos recursos patrimoniales presentes en el territorio de Santu Adrianu, una de las actividades que desarrolla el ecomuséu son los itinerarios culturales temáticos guiados por miembros del equipo con experiencia en las ciencias implicadas en dichos elementos culturales (arqueología, historia, historia del arte). Con ellos se busca el acceso a sitios y lugares, el acercamiento de la cultura científca a la ciudadanía y la puesta en valor —social e identitaria— del patrimonio local.
La revalorización de la cultura rural es un aspecto continuamente presente en las actividades llevadas a cabo por el ecomuséu. En este sentido, a las investigaciones sobre el campesinado, a los itinerarios por elementos de la cultura campesina, se unen los talleres destinados a la recuperación de tradiciones locales realizados gracias a la sabiduría local, entre ellos el taller de fogazas, el de juegos tradicionales, como el tiro al palu o la carrera panoyas con saco, música y baile tradicional asturiano, pintura de horreos, etc…que han reforzado los lazos identitarios y la valoración de y hacia la ruralidad.
- ¿Cómo y cuándo surge la idea del Centru d’Investigación y Ecomuséu La Ponte? ¿Hubo algún evento o necesidad específica que impulsara su creación? Respondió Sofía González Sandoval
La Ponte nació en 2011 en el municipio de Santo Adriano, un territorio rural situado en Asturias, España. Aunque Asturias posee innumerables riquezas naturales y culturales, es una de las regiones de España que actualmente se encuentra más amenazada por la despoblación. Este fenómeno se produce a nivel nacional y representa no sólo un importante problema económico, sino también una pérdida y desaparición del patrimonio material e inmaterial, de los conocimientos ancestrales de las comunidades y de los ecosistemas locales dependientes de la actividad humana. La Ponte no es un edificio en donde se aprecian piezas de arte o vestigios, sino que es una iniciativa que trabaja directamente con el territorio rural asturiano: su naturaleza, paisajes, su patrimonio material e inmaterial, y su población local (con todas sus costumbres, tradiciones e identidad), son quienes conforman el ecomuseo. A diferencia de los museos tradicionales que priorizan en la implementación de programas para atraer turismo (especialmente el extranjero, en el caso de España), prioriza en todas sus actividades la participación de la población local. Un ejemplo de esto son las actividades de su Plan de Patrimonio, ya que el 80% de las personas que participan en las visitas guiadas, los talleres de artesanía y eventos culturales que organiza provienen de Asturias, especialmente de Oviedo, Avilés, Gijón, Langreo, Mieres y Llanes.
Es importante recalcar que las actividades del Plan de Patrimonio y los Itinerarios Culturales, no son simples actividades recreativas, sino que tienen como objetivo ofrecer una experiencia educativa e inmersiva en el territorio rural que fortalezcan el vínculo entre los visitantes, los habitantes locales, su territorio y su patrimonio cultural, fomentando valores de respeto hacia esos territorios y su población. Pero también de respeto de la propia población local hacia sí misma, ya que muchas veces la cultura y los saberes propios son percibidos de forma negativa por las personas portadoras de ese conocimiento. Este enfoque representa valiosos aportes a la reconfiguración del campo turístico, ya que en vez de optar por programas de turismo masivo que representan dinámicas invasivas en el territorio rural y deforman las prácticas tradicionales locales, se busca fomentar un turismo sostenible, respetuoso con la vida local y que motive a la preservación de los paisajes culturales asturianos. El ecomuseo habla de construir nuevas narrativas sobre lo rural y se presenta como un lugar desde donde hacerlo.

- ¿De qué manera participa la comunidad local en la toma de decisiones y en las actividades del Ecomuséu? ¿Podría compartir ejemplos concretos de esta colaboración? Respondió Sofía Gonzalez Sandoval
Por medio de su labor y prácticas internas, La Ponte impulsa la participación ciudadana de dos maneras específicas:
- Implementando los principios del convenio Faro en nuestro Plan de Patrimonio:
De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el convenio FARO establece que “El patrimonio forma parte del derecho de los ciudadanos a participar en la vida cultural y es un recurso para el desarrollo humano, la valorización de la diversidad cultural y el fomento del diálogo intercultural, así como un modelo de desarrollo económico sostenible. El Convenio de Faro también busca promover el acceso a la tecnología digital y su uso en el contexto del patrimonio cultural (MAUC, 2022).” Bajo estos principios, La-Ponte implica activamente a la comunidad local en la conservación de su patrimonio y les capacita para convertirse en custodios de su propio legado fomentando la inclusión y el sentido de pertenencia. En un contexto rural, esta es una metodología innovadora que invita a la comunidad a proponer y organizar actividades (charlas, talleres, mesas de diálogo, etc.) que ayuden a la conservación y difusión del Patrimonio material e inmaterial asturiano. Es importante destacar que los cargos directivos y el staff son todas personas locales. No se trata de equipos ajenos al propio territorio. - Fomento de la participación ciudadana mediante las prácticas internas: se organiza siguiendo un modelo asociativo que es abierto y funciona mediante asambleas. Las decisiones estratégicas son tomadas en estas asambleas cada 6 o 12 meses. Esta asamblea delega las decisiones técnicas en el equipo que coordina el ecomuseo (5 personas). En el artículo 25 de la asociación La Ponte, y por mandato de la Asamblea General de 11 de noviembre de 2016, La-Ponte considera socios de honor a todas las personas empadronadas en el concejo de Santo Adriano. Los socios del ecomuseo gozan de especiales derechos como: participar en la toma de decisiones sobre las líneas de trabajo del ecomuseo, proponer nuevas actividades, proyectos y colaboraciones y participar en cada una de las actividades y eventos de La Ponte.
- ¿Ha producido un verdadero cambio en la comunidad? Responde Jesús Fernández Fernández.
Sin duda. Para valorar los cambios hay que evaluar la situación de partida y la actual y compararlas. Eso se puede hacer de dos formas, mediante instrumentos cuantitativos y cualitativos. En términos cuantitativos, es más sencillo comparar. Hemos creado tres empleos directos, lo que representa una contribución concreta y visible, antes no existían. Además, actividades como las excavaciones arqueológicas o los talleres atraen a numerosas personas al territorio, que se alojan y consumen en bares, tiendas, etc. Aunque no siempre es posible cuantificarlo con exactitud, los cambios y beneficios son evidentes. Los aportes culturales también son palpables. Durante años, la oferta cultural en el territorio se limitaba a lo que nosotros proponíamos, aunque ahora existen más alternativas. Además, contamos con programas enfocados a colectivos específicos, como la tercera edad o la juventud, que generan beneficios cualitativos en estas poblaciones. Estos programas mejoran su calidad de vida y bienestar, especialmente en términos de salud mental, siendo particularmente relevantes para colectivos vulnerables, como las personas mayores, que a menudo enfrentan el riesgo de soledad no deseada. Son solo algunos ejemplos.
Pero los cambios profundos, los estructurales, solo se pueden valorar en el largo plazo y no llevamos tanto tiempo como para poder hacer esa evaluación. Sí creemos que vamos por el buen camino, pero eso ya se verá.
Por último, quiero enfatizar que no debemos asumir responsabilidades excesivas. A veces parece que se espera de los pequeños proyectos que cambiemos el mundo, y esto resulta absurdo. Se trata, más bien, de ir transformando poco a poco nuestros mundos locales, siempre con la mirada puesta en los grandes desafíos de nuestro tiempo, pero siendo conscientes de los límites de nuestras propias acciones para evitar frustraciones innecesarias e injustas.

- Vuestro lema es Acción+Comunidad+Patrimonio+Desarrollo, ¿podría explicar a nuestros lectores cómo se materializan estos conceptos en las actividades diarias del Ecomuséu? Respondió María José Tudela
Nuestro lema, Acción + Comunidad + Patrimonio + Desarrollo, se refleja profundamente en cada una de las actividades diarias que realizamos, siendo más que palabras, una guía práctica y efectiva en nuestro trabajo cotidiano.
Acción: La implicación activa de la comunidad local es fundamental. Los itinerarios mencionados anteriormente, permiten a los habitantes explorar y conocer mejor su propio patrimonio. Además, llevamos a cabo proyectos ambiciosos tanto de difusión como de investigación, realizados desde y para la comunidad. Un ejemplo destacado es el proyecto Tierra de Mariposas, donde mujeres del concejo viajaron juntas a Francia para recuperar y valorar su memoria histórica. Este tipo de iniciativas empodera a las personas, transformándolas en agentes activos en la conservación y promoción de su legado cultural.
Comunidad: Invitamos a los vecinos a ser parte activa en nuestras actividades diarias, como la creación de redes colaborativas con concejos adyacentes. Por ejemplo, hemos realizado encuentros con entidades como El Xiblu en Teverga, donde se aborda la agricultura y la memoria del carbón, temas profundamente arraigados en nuestra cultura. También trabajamos estrechamente con el colegio público local, integrando a los jóvenes en la transmisión y valoración de nuestras tradiciones.
Patrimonio: Nuestro compromiso es conservar tanto el patrimonio material como inmaterial asturiano, todas organizadas con la participación activa de la comunidad. El hecho de que tanto los cargos directivos como el equipo de trabajo sean personas que viven en el territorio refuerza esta conexión directa con el patrimonio, asegurando que las acciones realizadas reflejen y respeten las auténticas tradiciones del territorio.
Desarrollo: La investigación juega un papel clave en nuestro enfoque, ayudando a valorar el patrimonio como una herramienta estratégica para influir en las instituciones y promover el desarrollo integral del concejo. Este enfoque no sólo preserva la herencia cultural, sino que también impulsa el progreso económico y social, garantizando que nuestra comunidad crezca mientras mantiene vivas sus raíces culturales.
En resumen, cada acción que emprendemos busca integrar estos cuatro pilares, creando un ciclo virtuoso donde la comunidad conserva su patrimonio mientras avanza hacia un futuro más próspero y consciente de sus raíces.
- Como todo proyecto, siempre hay obstáculos y retos ¿con cuál o cuáles os habéis encontrado en el camino y cómo los han superado? Responde Carmen Pérez Maestro
Las relaciones con la administración en todos los proyectos ciudadanos dependen de la voluntad política del momento. En nuestro caso, La Ponte-Ecomuséu manifestó su interés en gestionar dos abrigos con grabados rupestres declarados Bien de Interés Cultural, que se encontraban cerrados al público y en estado de abandono. Su objetivo era rehabilitar el espacio y convertirlo en un recurso para el desarrollo local y la generación de actividad económica. La legislación asturiana de patrimonio cultural (Capítulo II, artículos 2 y 3) permite la colaboración entre la Administración y entidades privadas sin ánimo de lucro para la gestión de bienes culturales de titularidad pública. Sin embargo, la tramitación del acuerdo se prolongó durante más de un año debido a la falta de antecedentes similares, lo que dificultó la toma de decisiones por parte de los responsables y técnicos encargados de la evaluación. A pesar de los retrasos administrativos, se argumentó el impacto positivo de la gestión compartida, demostrando su viabilidad como un modelo beneficioso tanto para la conservación del patrimonio como para la comunidad. La gestión por parte del ecomuseo de estos lugares ha tenido a lo largo de estos años avances y retrocesos que ha dependido precisamente de esa voluntad política. Actualmente afortunadamente el ayuntamiento de Santo Adriano cuenta con un plan de patrimonio auspiciado por el Principado de Asturias que ejecuta el ecomuséu, permitiendo la visita de la población local y foránea a dichos lugares.
En este sentido, otro de los retos ha sido la promoción de la idea de que el patrimonio no debe estar exclusivamente bajo control institucional, sino que debe ser gestionado de manera compartida entre comunidades locales, instituciones y entidades del sector de la economía social. Esto se alinea con los principios de la Nueva Museología y la Cultura Crítica, que enfatizan la responsabilidad colectiva sobre el territorio y el patrimonio. Además, esta visión plantea una revisión de lo que se considera público y común, destacando la importancia de recuperar espacios para el «procomún» y fomentar la conciencia social sobre el valor patrimonial. Para afianzar esta perspectiva, se han desarrollado iniciativas participativas y educativas que involucran a la comunidad en la gestión del patrimonio, promoviendo un modelo de gobernanza compartida.
La sostenibilidad económica del proyecto ha sido un reto desde los comienzos del proyecto. Aunque nació como una iniciativa autogestionada, la viabilidad económica ha resultado un desafío, ya que mantener el proyecto sin apoyos externos era inviable. Dado que contribuimos con nuestros impuestos, se consideró legítimo solicitar ayudas económicas a nivel autonómico, nacional y europeo para desarrollar nuestras iniciativas de interés social y cultural y podéis conocer esos proyectos visitando nuestra página web. Por tanto, nos presentamos a subvenciones públicas en régimen de concurrencia competitiva, constituyendo estas ayudas actualmente el 80% del presupuesto del ecomuseo.
Por último, el desafío de involucrar a determinados sectores de la comunidad, como personas mayores y jóvenes, ha sido un reto constante. Su participación en el proyecto no siempre ha sido fácil de conseguir. Para superarlo, se han diseñado proyectos específicos dirigidos a estos grupos, además de iniciativas intergeneracionales que fomentan el intercambio de conocimientos y experiencias, promoviendo una mayor integración y participación.
- Para los lectores que estén interesados, ¿cuáles son las formas de acceso, los horarios y las actividades disponibles? ¿Es necesario reservar con antelación? Respondió Sofía González Sandoval
Para participar en los itinerarios culturales: es indispensable hacer una reservación previa. Esta reserva la pueden hacer enviando un email a [email protected] o llamando /enviando un mensaje de whatsapp al número: 691 50 40 45.
Estas visitas son gratuitas y toda la información sobre horarios y contenido de los itinerarios se puede encontrar en el sitio web del ecomuseo en el siguiente enlace:
Para participar en otras actividades: También realizamos talleres de artesanía tradicional asturiana, talleres etnográficos, BARferencias (charlas comunitarias en chigres), encuentros con otros colectivos, jornadas de patrimonio, etc. La información sobre todas estas actividades la pueden encontrar en el sitio web del ecomuseo en la sección de “Agenda de eventos 2025”. Enlace:
Cada mes, actualizamos todas nuestros perfiles de redes sociales y la página web para compartir información sobre las actividades del Plan de Patrimonio. También contamos con un punto de información cultural en el ayuntamiento de Santo Adriano todos los viernes de 9:00 a 13:00. Dirección: Villanueva de Santo Adriano, 33115.
- Finalmente, para las comunidades que deseen emprender un proyecto de ecomuseo como La Ponte, ¿qué consejos les darían? Respondió Jesús Fernández Fernández
Primero, que no idealicen el proceso. Iniciar un proyecto de este tipo no es fácil, y no debería serlo. Los conflictos son inevitables: surgen cuando se transforman realidades, cuando se cuestiona el orden establecido o cuando se construyen alternativas. Si no aparecen resistencias, probablemente el proyecto no esté generando ningún cambio real. Por eso es fundamental anticiparlos y gestionarlos. Tanto los conflictos externos como los internos requieren de figuras o mecanismos de mediación dentro del equipo, que ayuden a mantener el rumbo sin que anulen el proyecto.
Segundo, pensar a largo plazo. Este tipo de iniciativas requieren tiempo, paciencia y una mirada estratégica. Los grandes cambios se construyen a partir de pequeñas acciones constantes, no de soluciones inmediatas. La lógica de lo urgente no puede imponerse a la de lo importante. En este sentido, tener en cuenta que es habitual que los emprendimientos sociales además no avanzan al mismo ritmo a lo largo de toda su trayectoria, sino que hay periodos en que por diversos motivos se ralentizan y en otros se aceleran.
Tercero, asumir una lógica experimental. La flexibilidad es clave: los proyectos rígidos, con estructuras cerradas, tienden a fracasar ante lo imprevisible. La realidad siempre cambia, y los procesos vivos como los de un ecomuseo deben estar preparados para adaptarse, repensarse y corregir el rumbo cuando sea necesario. Esta cuestión es vital además cuando se trata del rural, donde actualmente las dinámicas poblacionales están en constante cambio.
Cuarto, tener autonomía. Buscar apoyos institucionales, subvenciones o colaboraciones no es incompatible con mantener una identidad propia. Pero depender de una única fuente de financiación -sea política o económica- pone en riesgo la independencia del proyecto. Esto es especialmente importante cuando se trabaja con actores políticos, cuyas agendas a menudo responden a intereses cortoplacistas que pueden entrar en tensión con una visión transformadora y de largo recorrido.
Por último, rodearse de un equipo con visión, capaz de pensar fuera de lo establecido. La multidisciplinariedad no es una alternativa, sino una necesidad: se requiere gente que pueda mirar desde distintos ángulos, que cuestione lo obvio, que vea oportunidades donde otros no ven nada. Y, sobre todo, personas comprometidas con el territorio y con ganas de aprender.
Pueden encontrar más información sobre Centru d’Investigación y Ecomuséu La Ponte a través de los siguientes enlaces a sus perfiles y a sus proyectos:
Sitio web oficial: https://laponte.org/
Instagram: https://www.instagram.com/ecomuseulaponte/
Facebook: https://www.facebook.com/la.ponte.9
Email: [email protected]
Teléfonos: 691 50 40 45 / 985 76 14 03
Entrevistado por:
Mª Dolores Rodas Romero
Área de Comunicación