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Danelaw y el legado perdurable de los vikingos en Inglaterra

Adentrándonos en el impacto de los vikingos en Inglaterra, hablaremos de una invasión que no solo marcó el territorio, sino que dejó una huella profunda en la propia cultura inglesa.

Figura 1. Mapa de Inglaterra en el año 892. Fuente: S. Bollmann. Licencia: CC BY-SA 3.0.

Cuando pensamos en los vikingos, la imagen que nos viene a la mente suele ser la de guerreros feroces con cascos adornados con cuernos, saqueando aldeas costeras con brutalidad implacable. Sin embargo, la historia de los vikingos en Inglaterra es mucho más compleja y fascinante. Más allá de sus incursiones iniciales, los escandinavos lograron establecerse de manera permanente en el territorio inglés, dejando una huella indeleble en su cultura, economía y sociedad. Este artículo explorará el impacto de los vikingos en Inglaterra y la fundación de Danelaw, la región bajo dominio nórdico que cambió para siempre el destino del territorio (Richards, 2000, p. 102).

Los vikingos comenzaron sus incursiones en Inglaterra a finales del siglo VIII. La primera gran incursión registrada ocurrió en el año 793, cuando un grupo de guerreros escandinavos saqueó el monasterio de Lindisfarne, en la costa noreste de Northumbria. Este ataque conmocionó a la cristiandad europea y marcó el inicio de la llamada Era Vikinga (Somerville, 2003, p. 89). En los años siguientes, los vikingos ampliaron su rango de acción, atacando otras regiones de Inglaterra y consolidando su dominio mediante la conquista y la colonización.

A diferencia de las primeras expediciones, que consistían en asaltos rápidos con el objetivo de obtener botín, hacia mediados del siglo IX los vikingos comenzaron a establecerse en tierras inglesas de manera permanente. Estos asentamientos dieron lugar a una nueva etapa en la historia inglesa: la creación de Danelaw, territorio de Inglaterra dominado por los escandinavos.

Danelaw fue el resultado de décadas de enfrentamientos entre los vikingos y los anglosajones. En el año 865, un gran ejército vikingo, conocido como el Gran Ejército Pagano, liderado por los hijos de Ragnar Lodbrok, invadió Inglaterra con la intención de conquistar y asentarse en el territorio. En pocos años, lograron tomar el control de importantes regiones, incluyendo Northumbria, Mercia y East Anglia (Hinton, 2002, p. 134). El momento decisivo llegó en el año 878, cuando Alfredo el Grande, rey de Wessex, derrotó al líder vikingo Guthrum en la batalla de Edington. En lugar de expulsar a los vikingos, Alfredo optó por un acuerdo estratégico: el Tratado de Wedmore. Este pacto estableció una división en el territorio inglés: mientras el sur y el oeste quedaron bajo control anglosajón, el noreste pasó a estar dominado por los vikingos, formando lo que se conocería como Danelaw bajo un pacto entre diferentes pueblos.

Danelaw abarcaba un territorio extenso, que incluía partes de Yorkshire, Lincolnshire, Derbyshire, Nottinghamshire y Leicestershire. En esta región, se impusieron leyes, costumbres y sistemas administrativos escandinavos, creando una fusión entre la cultura vikinga y la anglosajona (Wood, 2001, p. 53).

Uno de los legados más perdurables de la presencia vikinga en Inglaterra es la influencia en la lengua inglesa. Muchas palabras del inglés moderno provienen del nórdico antiguo, la lengua hablada por los vikingos. Ejemplos de esto incluyen términos básicos como «sky» (cielo), «egg» (huevo), «knife» (cuchillo) y «they» (ellos). También se adoptaron nombres de lugares con raíces escandinavas, especialmente en el norte de Inglaterra, esto no fue una simple imposición, sino una asimilación progresiva, especialmente en las regiones donde los escandinavos se establecieron permanentemente, como Yorkshire, Lincolnshire y el este de Midlands. Los nombres de lugares también reflejan el legado vikingo. A menudo terminan en sufijos de origen nórdico antiguo, -by (pueblo, aldea): Derby, Grimsby, Whitby o -thorpe (aldea secundaria): Scunthorpe, Mablethorpe, entre otros (Torgrim, 2011, p. 175).

La Batalla de Brunanburh fue un momento crucial en la formación de la unidad del Reino de Inglaterra. Ilustración ligeramente anacrónica pero muy dramática de Alfred Pearse, 1923. (vía National Geographic)
Figura 2. La Batalla de Brunanburh fue un momento crucial en la formación de la unidad del Reino de Inglaterra. Ilustración ligeramente anacrónica pero muy dramática de Alfred Pearse, 1923. Fuente: Meisterdrucke. Licencia: Public Domain.

Los vikingos introdujeron un sistema legal basado en sus propias tradiciones. En Danelaw, se implementaron leyes escandinavas que diferían de las anglosajonas. Uno de los aspectos más notables fue el concepto del «thing», una asamblea de hombres libres que se reunían para resolver disputas y tomar decisiones comunitarias. Este sistema influyó en el desarrollo del derecho inglés en los siglos posteriores (Richard, 2000, p. 97). Las ciudades y asentamientos en Danelaw experimentaron una transformación significativa bajo la influencia vikinga. La ciudad de Jorvik, actual York, se convirtió en uno de los principales centros urbanos y comerciales de la época. Las excavaciones arqueológicas en Jorvik han proporcionado una visión excepcionalmente detallada de la vida cotidiana durante el dominio vikingo en Inglaterra. Estos trabajos, iniciados a gran escala en la década de 1970 por el York Archaeological Trust, desenterraron miles de objetos bien conservados gracias a las condiciones húmedas del suelo, que preservaron materiales orgánicos como madera, cuero y textiles. Los hallazgos revelan que era un centro urbano próspero y sofisticado en el siglo IX y X. Las calles estaban pavimentadas con tablones de madera y flanqueadas por viviendas de construcción escandinava, con estructuras de entramado de madera y tejados de turba o paja. En algunas casas se encontraron hornos, talleres y restos de actividades cotidianas, lo que indica que muchas viviendas también funcionaban como talleres o tiendas.

Figura 3. Suelo radiante de Jorvik. Fuente: Wikicommons. Licencia: Public Domain.

El contacto entre los anglosajones cristianos y los vikingos paganos generó una serie de intercambios culturales y religiosos. Si bien los primeros vikingos que llegaron a Inglaterra eran firmes seguidores de sus dioses nórdicos, con el tiempo, muchos de ellos se convirtieron al cristianismo, especialmente después de la firma del Tratado de Wedmore, donde el líder vikingo Guthrum aceptó el cristianismo a través del bautismo. Este proceso de conversión no fue inmediato, pero permitió una mayor integración entre ambas comunidades (Hadley, 2006, p. 215). Además de la religión, los vikingos introdujeron nuevas costumbres y tradiciones en la sociedad anglosajona. La metalurgia y la artesanía escandinava influyeron en la producción de joyería y armas, mientras que su conocimiento en la navegación y el comercio fortaleció las rutas comerciales inglesas con el resto de Europa y el mundo vikingo. Los vikingos introdujeron técnicas avanzadas de trabajo en metales, especialmente en la fabricación de armas, herramientas y joyas, que tuvieron una profunda influencia en los artesanos locales. Las excavaciones arqueológicas en sitios como Jorvik (actual York) han revelado talleres metalúrgicos donde se fabricaban espadas, lanzas, hachas, así como broches y adornos decorativos con diseños entrelazados típicos del arte nórdico, como el estilo Borre y Jelling (Hadley, 2006, p. 158). Estos productos no solo tenían una función utilitaria, sino también simbólica y social. Por ejemplo, la joyería vikinga servía como indicador de estatus y afiliación cultural. Muchos de estos objetos estaban hechos de plata o bronce, a menudo con incrustaciones de piedras preciosas o esmaltes. La técnica del filigranado y el uso de moldes para fundición evidencian un conocimiento técnico avanzado, superior al que predominaba en muchas zonas de Inglaterra antes de su llegada (Graham-Campbell, 2013, p. 79).

En este sentido, la presencia vikinga en Inglaterra no solo significó destrucción, como tradicionalmente se ha enfatizado en los relatos históricos centrados en el saqueo y la violencia, sino que también representó un motor de profunda innovación, desarrollo e integración cultural. Aunque los primeros contactos con los escandinavos fueron marcadamente hostiles —como lo demuestran los ataques a monasterios como Lindisfarne en 793, la evolución de estos encuentros hacia formas de convivencia más estables y duraderas revela una transformación estructural en la historia de las islas británicas. Uno de los aportes más notables fue el establecimiento del Danelaw, que no solo redefinió el mapa político del territorio anglosajón, sino que sirvió como espacio para la experimentación legal, social y económica. La implementación del sistema jurídico escandinavo que sentó precedentes importantes en las tradiciones de justicia participativa y organización local, que influyeron en el posterior desarrollo del derecho común inglés.

En lo cultural, la influencia nórdica se fusionó con la tradición anglosajona para generar nuevas formas artísticas, lingüísticas y religiosas. Muchas palabras del inglés actual provienen del nórdico antiguo, y la toponimia escandinava persiste en numerosos lugares del norte y este de Inglaterra. Asimismo, el proceso de conversión al cristianismo de los vikingos asentados en el territorio permitió no solo la pacificación de las relaciones con los anglosajones, sino también un sincretismo religioso que enriqueció las prácticas litúrgicas y simbólicas de ambos pueblos. 

Su paso por Inglaterra debe entenderse como una fuerza de transformación que ayudó a moldear las bases del reino inglés medieval y de su identidad futura. Como señala Oram (2007), los vikingos no fueron simplemente invasores, sino agentes históricos activos de cambio, cuyos aportes continúan siendo visibles en múltiples dimensiones de la sociedad británica contemporánea.

Bibliografía

Richard, O. (2007, p. 45-48). Viking Kings of Britain and Ireland: The Dynasty of Ivarr to A.D. 1014. Edinburgh University Press.

Hinton, D. A. (2002, p. 131-138). The Anglo-Saxon World. Oxford University Press.

Somerville, A. (2003, p. 81-92). The Viking Age: A Reader. Routledge.

Richards, J. (2000, p. 90-112). The Vikings in England: The Viking Age in the British Isles. History Press.

Torgrim, T. (2011, p. 172-176 ). The Viking Legacy: A History of the Vikings. Thames & Hudson.

Wood, I. (2001, p. 48-93). The Merovingian Kingdoms and the Mediterranean World. Macmillan.

Hadley, D. (2006, p. 115-135). The Vikings in England: Settlement, Society and Culture. Manchester University Press.

Prado, F. (2022, 21 de enero). ¿Qué significó el saqueo del monasterio de Lindisfarne? El Debate. https://www.eldebate.com/historia/20220121/que-significo-saqueo-monasterio-lindisfarne.html 

Graham-Campbell, J. (2013 p. 55-89 ). Viking Artefacts: A Select Catalogue. British Museum Press.

Hadley, D. M. (2006, p. 158). The Vikings in England: Settlement, Society and Culture. Manchester University Press.

Oram, R. (2007 p. 8). Viking Kings of Britain and Ireland: The Dynasty of Ívarr to A.D. 1014. Edinburgh University Press.

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